La periodista Núria Casas ha denunciado que hace más de ocho años fue acosada sexualmente por el ya exportavoz de JxCat Eduard Pujol, quien ha sido suspendido de militancia y forzado a renunciar a su escaño tras recibir denuncias que apuntan a un presunto caso de acoso sexual.
Pujol, periodista de profesión, fue uno de los fichajes que el expresident Carles Puigdemont incorporó como independiente a su candidatura para las elecciones catalanas del 21 de diciembre de 2017 tras haber sido director de Rac1 entre 2012 y aquel año.
En una carta publicada en el digital Elnacional.cat bajo el título ‘Carta a un acosador’, Casas denuncia que fue acosada sexualmente por «dos hombres, en momentos diferentes, en una radio privada y una televisión pública«, situaciones que entonces puso en conocimiento de las direcciones y los comités profesionales.
Decisión de Junts
De hecho, tras trascender el reciente caso de Pujol -ajeno al que ella sufrió en su momento-, Casas publicó un tweet en el que afirmó que «los acosadores no tienen cabida en ningún sitio. Por eso, en su día yo no me callé. Celebro la decisión de Junts», aunque sin apuntar directamente al dirigente. Cosa que sí hizo este miércoles en una entrevista en Cadena SER, tras publicar su carta.
En dicha entrevista ha explicado que, como el caso de Pujol «ya ha salido a la luz pública y la pena del telediario ya la había pagado», ha considerado importante explicar lo que a ella le ocurrió y, de hecho, a raíz de su denuncia ha recibido «mensajes de otras compañeras que también lo han pasado mal con esta persona».
En su carta, Casas añade que intentó resolver su caso de la mejor manera que pudo entonces: «¿Cómo se puede demostrar cuando te han intentado tocar un pecho en medio de una redacción completamente a solas? ¿O te esperan agachados en la entrada y te dicen que es para mirarte las bragas que llevas? ¿O te coaccionan dentro de su despacho bajo la excusa previa de que quieren hablar contigo? Lo más triste de toda esta historia: cuando una se enfrenta, todavía les gusta más».
La periodista apunta en su artículo que no pretende «ser la protagonista de unos acosos que han tenido lugar dentro de una formación política —en este caso Junts—», de quienes celebra que «hayan actuado de forma meridiana, sin entrar en auditorías internas que pueden manipular los hechos, y hayan derivado el caso a la justicia»