La posibilidad de un nuevo confinamiento por el aumento de casos de Covid19, centra las preocupaciones de la mayoría de la población en Cataluña. La incerteza económica que puede provocar un nuevo encierro domiciliario, con el consiguiente parón de la actividad económica, a poco más de un mes de la temporada navideña, provoca nerviosismo en muchos sectores.
Las empresas intentan capear como pueden una crisis económica y sanitaria sin precedentes cercanos. Mientras la Generalitat de Cataluña en funciones, tras la inhabilitación de Quim Torra, muestra una pésima imagen de descoordinación debido a las constantes contradicciones de los consellers de ERC y Junts sobre la gestión sanitaria frente a la pandemia.
A pesar de todos estos problemas, el mundo paralelo sobre la obsesión separatista sigue intacta, demostrando que ni una pandemia mundial es capaz de pararla.
El ejemplo más claro para ilustrarlo es el expresidente catalán, Carles Puigdemont, ahora ‘exiliado’ en Waterloo, celebró ayer, el tercer aniversario de la proclamación de la República Catalana, conmemorando aquel 27 de octubre de 2017, totalmente ajeno a la grave situación de alerta sanitaria.
El Consell per la República Catalana en Waterloo señalaba en redes sociales: “El 27 de octubre de 2017 el Parlament proclamó la constitución de la República Catalana, como estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social, a raíz del referéndum del primero de octubre del mismo año. Proclamación que nunca ha sido revocada”.
Por su parte, Puigdemont, seguía con sus reivindicaciones a favor de la declaración de independencia. “Hoy hace tres años en el Parlament de Cataluña, era el inicio de una etapa que sabíamos compleja y dura, también incierta. Veníamos del referéndum y de las apelaciones a la política, dirigidas al Gobierno español y en Europa, que tristemente fueron desoídas”.
El fugado presidente seguía con un hilo de comentarios en los que se despachaba a gusto contra el Estado y Europa. “La más importante, y que haríamos bien en recordar siempre, es que España nunca hará política. Usará la violencia policial y judicial, se saltará el Estado de derecho para garantizar una unidad a la fuerza. A derecha e izquierda, el mantra continuará siendo «todo por la patria».
“La segunda, no menor, es que la UE mira hacia otro lado cuando el Estado español usa la violencia contra los ciudadanos pacíficos e indefensos. Lo hizo el 1 de octubre y continúa callando ante los mismos abusos que critica con vehemencia cuando ocurren fuera de España”.
Puigdemont con sus críticas a España, se olvidaba por completo de la complicada situación global que estamos viviendo por la pandemia de coronavirus, reivindicando un reconocimiento de la nación catalana, más propias del día de la marmota.
“Tres años después, el Estado se ha encargado de confirmarlo. Ni una sola propuesta, ni un solo reconocimiento. La nación catalana, su lengua, cultura, instituciones, modelo económico y social … han sido duramente reprimidos. Hace tres años estábamos cargados de razón. Hoy aún más”.
Parece que desde el llamado ‘exilio’ de Waterloo las cosas se ven muy diferentes para Carles Puigdemont. En Cataluña la conmemoración del 27 de octubre de 2017 pasaba inadvertida para la mayoría de los ciudadanos, que, con tantas fechas históricas del separatismo, ya no recuerdan ni lo que “toca celebrar”.
Puigdemont aplaude la ‘NASA’ catalana
El 27 de octubre de 2020 también se recordará, el Govern de la Generalitat decidió presentar la agencia espacial catalana, “NASA” catalana, con el objetivo de impulsar el sector estratégico de las telecomunicaciones invirtiendo 2,5 millones este año, con un presupuesto de 18 millones hasta 2023 y que pretende generar 1.200 empleos.
El conseller de Polítiques Digitals, Jordi Puigneró anunciaba el inicio del “New Space” o “nueva economía del espacio”, que fabricará nanosatélites para ponerlos en órbita. El próximo 2021 empezarán lanzando dos satélites, para conseguir una constelación catalana que debe ir completándose durante los próximos 4 años, permitiendo “democratizar el espacio”. Un hecho que según el conseller Puigneró permitirá crear empleo y atraer empresas del sector.
Un anuncio un tanto surrealista ante el actual momento de pandemia, con un gasto de 18 millones, mientras mucha gente se encuentra al límite en Cataluña. «Hay muchos sectores que están sufriendo con la pandemia, pero esta inversión en el espacio forma parte de una estrategia de desarrollo económico dinamizadora», según Puigneró la decisión no es fruto de improvisaciones y la Generalitat se implicará como gran apuesta de futuro.
Puigdemont se mostraba entusiasmado por la noticia de la NASA catalana, también olvidando por completo, una vez más, la situación de pandemia, señalaba: “Decisiones de futuro para sectores de gran potencial en Cataluña. Está claro que lo criticarán los mismos que hace un año criticaban que se gobernara «por internet» y ahora se pasan el día colgando selfies de sus largas reuniones para zoom … Buen trabajo, consejero Jordi Puigneró”.