En los últimos tiempos, se han multiplicado los señalamientos a los empleados que se expresan en castellano por parte del separatismo radical. Hace unas semanas, la redes se inundaron de internautas exaltados que exigían que se despidiese a una camarera del bar del Parlament porque en un reportaje de TV3 se expresó en español. En esta ocasión, la víctima del acoso nacionalista ha sido una dependienta de origen sudamericano que atiende en una panadería de la Avenida Meridiana.
En un vídeo que ha circulado con profusión en las redes sociales, aparecen dos mujeres separatistas increpando a la citada dependienta por no atenderles en catalán. «Me importa una mierda que estés trabajando, tía. Si estás aquí, a aprender el catalán», le espeta una de ellas. Acto seguido, insisten una y otra vez en que la panadera les proporcione la hoja de reclamaciones.
La animan a marcharse a la «grande y fascista» España
Al no obtenerla, las clientas vuelven a cargar contra la empleada: «Yo lo que no sé es lo que hacéis aquí, con lo grande y fascista que es España». La panadera acosada, a su vez, también grabó a las dos mujeres, y en un momento dado de la grabación habla de llamar a los Mossos d’Esquadra.
El hostigamiento, sin embargo, no terminó ese día. Este sábado, el grupo ultra Defensa Cataluña —cuyo lema es Nacionalistes catalans, Catalunya catalana— se jactó en su cuenta de Twitter de haber conseguido que trasladasen de panadería a la empleada acosada. «Ayer Defensa Catalunya visitó la panadería Vivari; nos atendió otra dependienta. Ésta comenzó [a hablar] en castellano, pero luego cambió al catalán», relatan. Y en otro tuit, añaden: «Preguntamos si a la dependienta catalanófoba ya la habían echado e intuimos que la habían trasladado a otra panadería Vivari. ¡Defendamos lo que es nuestro, Cataluña en catalán».
Apoyo de S’ha Acabat a la dependienta
Esta no fue la única visita que recibió la panadería en relación a este asunto. La asociación de jóvenes constitucionalistas S’ha Acabat también visitó el establecimiento el fin de semana. En este caso, sin embargo, la visita tenía por objeto mostrar su respaldo a la dependienta discriminada. «Frente al acoso, nuestra solidaridad», declaró la entidad en Twitter.