Tal y como habían resaltado diversos analistas, la moción de censura contra Sánchez debatida hoy en el Congreso de los Diputados está sirviendo principalmente para que Vox dé a conocer la figura del encargado de llevarla a la cámara y candidato de la formación en Cataluña: Ignacio Garriga.
Nacido en Sant Cugat en 1987, el líder de la formación verde debe su vocación política a su madre, la española-guineana Clotilde Vaz de Coicao, más conocida como La Cloti y fallecida el pasado 20 de septiembre por coronavirus a los 73 años. La Cloti gozaba de popularidad en Sant Cugat por su militancia en Alianza Popular y más tarde el en PP. Así, fue ella la que empujaría a su hijo a forma parte de las Nuevas Generaciones de Barcelona. Allí, Garriga trató de defender sus creencias fuertemente conservadoras, pero terminó marchándose por la actitud favorable del PP en relación al matrimonio homosexual y al aborto.
El odontólogo reconvertido en político
Sin embargo, no renunció a la política: en 2014 se afilió a Vox y al año siguiente ya era el candidato a la alcaldía de su Sant Cugat natal. Y es que, tal y como explicó en una entrevista concedida a El Liberal, abandonó su profesión como odontólogo para poder ofrecer un futuro mejor a sus hijos: «Como padre y patriota decidí colgar los guantes y dar un paso hacia delante para mejorar el futuro que les quería dejar a mis hijos. No les dejaré ni casas ni coches, pero sí una batalla frente a los enemigos de la libertad y por amor a nuestra nación y nuestra cultura».
La vida de Garriga, conocido como El Negro de Vox, no es fácil en Cataluña, ya que debe pasear con escolta. No es el único en su formación que debe ir escoltado: Javier Ortega Smith y Santiago Abascal también cuentan con protección personal. En cualquier caso, Garriga ha vivido momentos de especial dificultad en su ciudad, como aquella vez en que llegó a casa, en pleno cumpleaños de su hija, con la ropa manchada por el recibimiento a pedradas que le dispensaron los separatistas radicales en el centro de la ciudad.
La religión y la familia como pilares
Garriga encuentra un antídoto a estos sinsabores en la religión. De profundas convicciones católicas, en El Español relatan que fue monaguillo hasta los 12 años en la parroquia de Mirasol, entre Sant Cugat y Rubí, cuyo párroco le transmitió su profunda fe. No en vano, en la muñeca luce una bandera de España y la frase: «Detente, el corazón de Jesús está contigo».
Otro refugio para el líder voxista es su familia. Con su mujer, con la que tiene cuatro hijos, lleva 9 años casado y ocho de relación. Como ha contado en alguna ocasión, se trata de su primera novia, a quien conoció con 15 años. Esta dicha familiar es mostrada con frecuencia por Garriga en Instagra, red en la que cuenta con 30.000 seguidores.