Los mataderos vuelven a estar en el punto de mira como focos de contagio de COVID-19. Si bien el virus se propaga con mayor rapidez que en otras actividades económicas -el frío, la falta de distancia de seguridad y la ventilación insuficiente multiplican por 20 el riesgo de contagio-, también es cierto que en algunos casos no se cumplen los protocolos de seguridad necesarios. Durante el pasado mes de julio, se detectaban 10 casos de contagio en el matadero Avinyó (Bages), tras una fiesta de cumpleaños en una cafetería. Posteriormente, se registraron 53 casos de contagio en el centro de Maper Carns (Sabadell), donde se obligaba a los empleados a intercambiarse los EPIS. Ahora, la alarma llega a les Terres de l’Ebre, en concreto a dos mataderos de la empresa avícola Padesa, situados en Roquetes y Amposta.
Brotes en dos mataderos de la misma empresa
A mediados de septiembre, se descubría el primer caso de contagio en la planta de Padesa, situada en Roquetes. A partir de ahí, la empresa hizo un cribado a 200 empleados, confirmando 17 positivos, tal y como publicó El País. Desde entonces, el Departament de Salut empezó a realizar PCR masivas a la plantilla y a finales de septiembre, el brote afectaba a 237 personas (el 91,8% empleados), tras detectarse 90 positivos. Parece ser que el número de positivos ya era de 305, durante la semana pasada, según fuentes sindicales.
«Independientemente de lo que hagan los trabajadores en su vida personal, si se toman las medidas oportunas no debería haber los casos positivos que hay. Queremos que se investigue y se corrija lo que no se ha hecho bien»
José Manuel Martín, secretario general de CCOO de Industria de Tarragona.
Esta mañana, CCOO de Industria revelaba que se han detectado más de 60 casos positivos y, en consecuencia, se ha confinado a más de 180 empleados en la planta de Padesa situada en Amposta, donde trabajan 360 personas. «Entre hoy y mañana se harán pruebas PCR al resto de la plantilla, cerca de 140 empleados«, ha explicado José Manuel Martín, secretario general de CCOO de Industria de Tarragona. Los tests se iniciaron el pasado viernes, tras haberse detectado dos positivos. Los resultados confirmados hasta ahora han obligado a cerrar alguna sección de la planta, según fuentes sindicales.
Una mascarilla quirúrgica para turnos de ocho o diez horas
«Hemos pedido una reunión urgente con el comité de seguridad y salud y el comité de empresa para saber qué ha fallado. Independientemente de lo que hagan los trabajadores en su vida personal, si se toman las medidas oportunas no debería haber los casos positivos que hay. Queremos que se investigue y se corrija lo que no se ha hecho bien», ha asegurado José Manuel Martín, quien hace referencia, por ejemplo, al hecho de que la empresa reparte una mascarilla quirúrgica por trabajador y día: «Todo el mundo sabe que estas mascarillas duran, como mucho, cuatro horas. Los empleados trabajan en unas condiciones muy duras y se ven obligados a llevar la misma mascarilla durante todo el turno, entre ocho y 10 horas, ya que parte de la producción de Roquetes se ha pasado a Amposta», ha criticado.
«Tenemos la sensación de que nos están excluyendo de la investigación acerca de lo que ha sucedido. Por eso, hemos pedido esta reunión con la empresa, para la que aún no tenemos día y hora», ha añadido. Aun así, no descartan presentar una denuncia a la Inspección de Trabajo, a fin de determinar las medidas y protocolos que garanticen la seguridad de la plantilla y sus familias.