Entidades tan poderosas dentro del secesionismo como la Assemblea Nacional Catalana (ANC) u Òmnium Cultural han recelado del indulto que el Gobierno empezó a tramitar el mes pasado. Según ellas, un indulto no solucionaría el «conflicto político» de fondo, por lo que lo apuestan por una ley de amnistía —en la que, a diferencia del indulto, se perdona el delito y no solo la pena—. Pese a ello, parece que al menos uno de los dirigentes encarcelados por la intentona secesionista de 2017 no opina de la misma manera.
Se trata de el exconseller de Interior, Quim Forn, que ha declarado en entrevista en el programa de TV3 Els Matins que no tendría «reparo en salir de la cárcel a través de un indulto si se aplica la ley estrictamente» y no tiene que mostrar «ningún arrepentimiento». «Debemos atender a cualquier cosa que pueda ayudar a tranquilizar la situación y, evidentemente, a que nosotros podamos ser libres», ha declarado Forn.
Escepticismo ante su aplicación
En cualquier caso, el también exconcejal del Ayuntamiento de Barcelona se ha mostrado escéptico con al posibilidad del indulto. «La situación política es la que es. ¿El Gobierno español será lo suficientemente fuerte y valiente para enfrentar el indulto? Lo tenemos que ver. El clima político en Madrid no es fácil», ha opinado.
Por otra parte, el exconseller ha puesto objeciones a la nueva meta del secesionimo: superar el 50% de los votos en los futuros comicios. «No nos pongamos límites. Si sacamos un 49% de los votos no será una derrota, continuaremos siendo mayoritarios en el Parlament. El objetivo es que el independentismo se consolide», ha juzgado el político encarcelado.
División en el separatismo
Finalmente, ha reflexionado sobre la actual división en el mundo separatista, que se le antoja una «mala noticia» y ante la que reivindica la «unidad estratégica». En este sentido, ha revelado que en la prisión de Lledoners los siete presos secesionistas comen juntos todos los días, sin importar su filiación posconvergente o republicana. «No vivimos las discusiones de fuera, que nos hacen sufrir. Sería un malvivir repetirlas dentro. Los de Junts nos reímos de ERC y al revés. Hay más cosas que nos unen que no que nos separen», ha concluido.