El preso que el martes presuntamente mató a otro clavándole una treintena de puñaladas en el patio de la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), lo hizo después de gritar a los funcionarios que intentaban negociar con él: «Este es un proxeneta, un violador de niños, tranquilos que está muerto».
En un auto firmado el miércoles y consultado por Europa Press, el Juzgado de Instrucción 4 de Martorell ha acordado la prisión provisional para el interno que presuntamente mató al otro sobre las 19.23 horas del martes, y por lo que después fue trasladado al Departamento Especial de Régimen Cerrado (Dert), y el hombre ha reconocido los hechos al declarar como investigado ante el juez.
El auto recoge que la víctima estaba escuchando música con un MP3 en el patio del módulo 3 de la cárcel cuando el otro hombre se acercó por detrás «y haciendo uso de un cuchillo punzante afilado y con el mango envuelto en tela» le clavó una primera puñalada en el cuello y otras 29 en el pecho, tórax, abdomen y en la cabeza hasta matarlo.
Asesinato con alevosía
Por eso, el juez aprecia que los hechos pueden suponer un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento por actuar «aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido», ya que la víctima no murió con la primera puñalada, y ha acordado la prisión provisional a petición del fiscal y con la oposición de la defensa.
A raíz de la declaración de los funcionarios de prisiones que intervinieron, la Fiscalía no tiene «duda alguna» de que el sospechoso mató al otro interno, y recoge que el investigado gritó a los funcionarios que no se acercaran; mientras que de las grabaciones de las cámaras de seguridad se extrae que fue un acto planificado e intencionado, y que no hubo ninguna discusión anterior con la víctima.
El sospechoso cumplía condena por asesinato y robo con violencia e intimidación, y la víctima, de 37 años, fue condenada por prostitución de menores y discapacitados, además de por violencia machista.