La jornada del 12 de octubre en Cataluña ha estado protagonizada por ultras de todo signo. El COVID-19 ha impedido que este año se convocara de forma oficial y por parte de entidades constitucionalistas la tradicional manifestación a favor de España. Lo han hecho formaciones como Vox o asociaciones como Somatemps, que, a pesar de la pandemia, han logrado reunir a unas 800 personas a los pies de la estatua de Colón de Barcelona para celebrar la jornada de la patrona de España y la fiesta de la Hispanidad.
Los participantes en este acto han hecho una ofrenda floral y han lanzado vivas a España mientras ondeaban la bandera oficial y alguna con la cruz de Borgoña. Entre los asistentes, se encontraban el diputado de Vox por Barcelona, Ignacio Garriga, y el eurodiputado del mismo partido Jorge Buxadé. Desde su cuenta de Twitter, Garriga ha explicado que la «Cataluña española» ha salido a la calle «clamando por el futuro» y «frente al odio y las mentiras del separatismo».
Tras acabar el acto, unas 50 personas se han manifestado portando banderas y simbología de ultraderecha y nazi. Lo han hecho lanzando consignas a favor del dictador Francisco Franco y lemas de la Alemania nazi, según ha recogido Europa Press.
La formación de Santiago Abascal, por otro lado, ha protagonizado algunas acciones durante este lunes, como la colocación de una gran bandera de España en el feudo separatista de Besalú, en Girona.
El 12 de octubre ha estado también protagonizado por los artistas Santiago Sierra y Eugenio Merino que han quemado en Berguedà (Barcelona) un ninot de 4,5 metros de altura representando a Felipe VI. Sierra y Merino llevaban un año intentando vender esta «obra de arte político crítico de gran impacto», que expusieron en la feria madrileña ARCO en 2019. Pedían por el ninot 200.000 euros y el comprador tenía que comprometerse a quemar la peculiar estatua, hecha en cera y otros materiales combustibles, en el plazo de 12 meses, según han informado los artistas en un vídeo publicado en YouTube.
Al no encontrar a nadie interesado, han logrado quemarla ellos mismos en el espacio de arte contemporáneo Konvent de Cal Rosal, aprovechando la significativa jornada de la Hispanidad. Ahora intentarán encontrar comprador para las cenizas, la calavera que el ninot portaba en su interior y algunas fotografías de la quema.