La vicepresidenta de JxCat, diputada y concejal en Barcelona, Elsa Artadi, ha asegurado que la llamada estrategia de confrontación inteligente por la que aboga su partido supone «buscar las grietas que permitan hacer más débil al Estado». «Es inteligente en tanto que pones al Estado ante dos escenarios malos para él: o dejarnos hacer, como en el 9-N, o tener las imágenes de policías reventando escuelas», ha explicado en una entrevista este domingo en El País.
Ha lamentado que ante la actitud propositiva del Govern, según ella, haya un «un Pedro Sánchez recentralizador, parado y cobarde», y ha asegurado que el Ejecutivo catalán acude a todos los encuentros y reuniones que considera que son útiles. En ese sentido, ha avanzado que el Govern acudirá a la reunión con la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, «si viene a hablar del reparto de los fondos de recuperación».
Sobre si la actitud que achaca a Sánchez la tiene también el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha dicho: «En Madrid, Podemos no pinta nada como en Barcelona los socialistas no pintan nada. Iglesias es a Sánchez lo que Jaume Collboni es a Ada Colau. Hay un tic recentralizador».
Pandemia y diálogo
En la gestión de la pandemia, ha sostenido que Cataluña se anticipó y tomó decisiones valientes y difíciles en verano, lo que considera que no ha hecho la Comunidad de Madrid: «Si eso lo estuviera haciendo Torra, tendríamos ya el 155». En cuanto a la mesa de diálogo, ha mantenido que debe ser para negociar cuestiones como la reforma del Consejo General del Poder Judicial: «Las charlas, en el bar».
Ha deseado que el candidato de JxCat a las elecciones en Cataluña, que se celebrarán lo más seguro el próximo 14 de febrero, sea el líder del partido y expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, porque «es el mejor político que de largo tiene este país». Al preguntársele si ella será la número dos de esa lista, ha contestado que se presentará a las primarias de 2023 para la alcaldía de Barcelona porque la ciudad «está en la peor crisis y con el peor gobierno posible».
También ha afirmado que con ERC mantienen proyectos diferentes y una legítima confrontación de ideas, en sus palabras: «Nosotros hemos sido claros, y no es el caso de ERC, de que queremos un gobierno nítidamente independentista».