Las inversiones extranjeras directas llegadas a un territorio son un indicador de su atractivo presente y anticipan su competitividad futura. Las inversiones extranjeras tienen:
Una base estructural, sólida pero relativamente reducida, en el tejido productivo existente en el lugar al que se destina; y tienen también un componente coyuntural, elevado y volátil, que sintetiza la estabilidad político-económico-social-institucional presente y las expectativas de futuro.
Figura 1. Inversión extranjera en Cataluña y Madrid
Los datos de inversión extranjera reflejan estas circunstancias estructurales y coyunturales. De este modo, en particular, se refleja una de las consecuencias del desafío separatista: no renovar, no ampliar, cerrar, cambiar de domicilio, optar en las nuevas inversiones por un lugar distinto a Cataluña, de preferencia Madrid. La serie histórica de inversión extranjera presenta picos debidos a una o más grandes operaciones puntuales de inversión.
El caso de las inversiones extranjeras bajo el pulso separatista es trágico: Cataluña ha pasado de ser la región preferida para la inversión extranjera en España a ser el lugar del que huir y al que no ir. La renuncia final de Tesla a instalar su fábrica europea en Cataluña, o la advertencia de SEAT sobre opciones en otros territorios, son ejemplos de este clima.
Figura 2. Madrid acapara la inversión internacional
Panel A. Proporción de inversión extranjera directa recibida por Barcelona y Madrid sobre el total de España
Panel B. Inversión extranjera recibida por Cataluña y Madrid, 2010-2018
La inversión que huye de Cataluña recala en Madrid. Madrid es la gran beneficiaria de la renuncia de las compañías e inversores extranjeros a un lugar de su histórica preferencia como fuera Barcelona. La inversión extranjera en Madrid ¡cuadruplica! la inversión extranjera en Cataluña a pesar de que ambas regiones tienen hoy un PIB semejante y que Cataluña sea más industrial que Madrid y el lugar clásico de implantación de las multinacionales europeas en la Península. En Cataluña las compañías de capital extranjero dan ocupación al 24,5 % de los trabajadores; en el conjunto de España al 6,9 %.
A raíz de los preparativos del Brexit, España ha tenido oportunidad de atraer inversiones importantes del Reino Unido. Pues bien: «Entre 2017 y los nueve primeros meses de 2018, Madrid había captado 4.574 millones de euros procedentes de Gran Bretaña, lo que supone el 67% de la inversión británica que ha llegado a la Península en este periodo. [ ] Cataluña únicamente ha captado 568 millones de inversión británica. Es decir, 4.000 menos. Pese a ser la región española con más PIB, sólo ha conseguido atraer el 8% de la inversión llegada a España como consecuencia del Brexit.»
Conclusiones
La inversión extranjera que los separatistas ahuyentan recala en Madrid.
El actual nivel de inversión extranjera en Cataluña, el 5,3% de toda la inversión extranjera en España, anticipa una honda decadencia del sistema productivo, del empleo y de la renta de los catalanes.