El ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, media estos días entre PDeCat y JxCat para intentar recomponer la relación entre ambas formaciones antes de la celebración de las elecciones autonómicas, que tendrá lugar en febrero. Una mediación de la que ha querido dejar constancia pública pero que, sin embargo, no le impide lanzar duras críticas contra el líder de JxCat y anterior estrella del PDeCat, Carles Puigdemont. De este modo, Mas muestra su cara más pragmática y lo hace este sábado en una entrevista en El Punt Avui en la que, entre otras cosas, cuestiona lo que Puigdemont llama «confrontación inteligente» con España: «No fue confrontación inteligente la DUI del 27 de octubre (de 2017) porque hacer una declaración de independencia para no poder implementarla no es confrontación inteligente».
Mas asegura que tampoco es inteligente «la falta de unidad dentro del mundo soberanista». Admite que la sociedad catalana es diversa y que por ello no se puede exigir «uniformidad» al separatismo pero sí «unidad». Algo que, asegura, «quiere decir una hoja de ruta, una manera de hacer el camino, confianza mutua«.
Mas, por otro lado, no ha pasado por alto la inhabilitación de Quim Torra y de sus respuestas se desprende que no comparte en absoluto la estrategia del ya ex presidente autonómico. En su opinión, la inhabilitación dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y confirmada por el Supremo era «evitable«. Y explica: «Era evitable si el presidente Torra hubiera retirado la pancarta a tiempo. Sí, era evitable. La pregunta que nos hemos de hacer es por qué no lo hizo. Y eso tiene dos respuestas. Una: ¿merecía la pena perder la presidencia de la Generalitat por una pancarta? Y dos: ¿para defender derechos fundamentales y derechos humanos como son la libertad de expresión y de opinión te puedes jugar todo, incluso la presidencia de la Generalitat?».
El plebiscito y la nueva ERC
El ex presidente también se ha referido a la petición formulada por Torra de que los próximos comicios sean plebiscitarios. Algo que supone realmente una disfunción de la democracia en Cataluña pues las elecciones plebiscitarias son más propias de regímenes autoritarios en los que se busca la adhesión de la ciudadanía a un líder. A pesar de ello, Mas asegura en la entrevista que todas las elecciones celebradas en esta comunidad desde 2012 son plebiscitarias. «La gente que lo ve desde fuera se mira los resultados y se hace una pregunta: el proceso independentista catalán, ¿progresa o no progresa?», explica, «y eso es un plebiscito«.
En una curiosa interpretación de la aritmética parlamentaria, Mas también indica en la entrevista que el independentismo gana en votos al constitucionalismo desde 2015. Lo basa en sumar o restar los votos obtenidos por los comunes y en los que podría obtener el PNC, formación que se presentará por primera vez a las elecciones el próximo febrero. De cualquier manera, la postura del ex presidente es que el independentismo gana en votos al constitucionalismo. Sin embargo, las cifras le llevan a pedir prudencia pues considera que «el paso definitivo» de declarar la independencia solo será posible cuando esta opción política obtenga «una mayoría sostenida e inapelable«. Por ello no apoya a la ANC de Elisenda Paluzie cuando exige la declaración de independencia si el separatismo obtiene un respaldo superior al 50% de los votos: «Hacer titulares con eso es muy fácil. Lo complicado es responder cómo llegas a desconectarte jurídicamente del Estado español. Tú no eres independiente hasta que no te desligas legalmente del Estado español. ¿Es capaz la Generalitat de desligarse legalmente del Estado español? No».
Mas, finalmente y de forma un tanto irónica, ha lamentado que la ERC que hoy defiende ideas como la de ampliar la base del separatismo para lograr el mayor apoyo posible a la independencia no sea la que gobernó con él. En este sentido, el ex presidente ha recordado que aquella ERC «tenía prisa» por declarar la independencia y que, cuando se les advertía de que no era cuestión de plazos, «eras sospechoso de ser un no convencido«. «Yo ahora escucho un discurso totalmente diferente», concluye, «y me pregunto: si yo hubiera tenido a la ERC que hay ahora de socio en aquel momento, puede ser que algunas de las cosas dolorosas que han sucedido no hubieran pasado».