Después de bastantes días sabiéndose que la cloroquina (o la hidroxicloroquina), tenia efectos positivos contra el coronavirus y que al ser un medicamento homologado para otras enfermedades podía comprarse con prescripción médica en las farmacias, existen diversas marcas en el mercado, y de hecho algunos médicos la recetaban a sus pacientes, el gobierno central y el de las comunidades autónomas se han lanzado a tratar de comprarla , pero, como ha ocurrido con los respiradores, cuando el mercado mundial ya esta desabastecido. Otros países, como Alemania, reaccionaron antes e hicieron acopio masivo de este medicamento. Pero aquí, y no sólo aquí, las reticencias de las agencias de homologación y, sobre todo, la falta de liderazgo de nuestros dirigentes, han retrasado la decisión y cuando han querido reaccionar ya era tarde y, al parecer, hasta finales de abril no habrá suministro estable en el mercado. Han preferido investigar compuestos más específicos, que necesitan tiempo de desarrollo y homologación, actividad que no dudo sea conveniente, pero una cosa no debiera haber quitado a la otra. Llueve sobre mojado. Vamos tarde con los test masivos, con el seguimiento y aislamiento de los infectados, con la compra de respiradores, con planes específicos en hospitales y residencias de ancianos. Y cabe preguntarse, ¿No leen la prensa internacional nuestros dirigentes? ¿No podían llamar antes a los dirigentes de países que han tenido éxito, como Corea, como dice Sánchez que ha hecho hoy?¿Por qué no reaccionaron antes? ¿Por que promocionaron actos masivos como el 8M, el mitin de Vista Alegre o la concentración de Perpiñán? La responsabilidad no distingue de ideologías, aunque, lógicamente, tienen más los que ejercen de gobierno.
Si no aprovechamos, sin estridencias, el momento para profundizar en lo que nos pasa, todo seguirá igual hasta la próxima crisis. Y no debiera
Hace ya años que la moda es votar políticos/ políticas con apenas experiencia en otra cosa que las juventudes respectivas o que son promocionados por que quedan bien en la televisión. Sin experiencia vital suficiente para navegar en mares procelosos. Expertos en encuestas y entusiastas creadores de problemas que les ayuden a ganar las elecciones. Ni en momentos tan delicados como los actuales pueden olvidar su inclinación al sectarismo y al politiqueo para seguir o alcanzar el poder. Pero afrontar una crisis de la envergadura de la actual es otra cosa. Ya no parecen encantados de haberse conocido como hasta hace pocos días. Evidentemente pueden producirse errores. Pero la contumacia en el error desvela algo más. Evidencia incompetencia. Y la incompetencia es hija de un sistema electoral que prima la disciplina y la adulación al líder. Los sistemas electorales no son buenos o malos en si mismos. Pero es evidente que la ley electoral actual nacida de la transición ya no sirve. Es necesario romper con un sistema que lo deja todo en manos de los partidos, estructuras burocráticas gobernadas por camarillas cuya función prioritaria es eliminar al que piensa por si mismo y favorecer el que se muestra fiel y sumiso. Y una segunda evidencia. El estado de las autonomías se ha demostrado ineficaz. No se trata de eliminar las autonomías, pero si de reforzar los instrumentos de intervención ordinaria del estado y los mecanismos estables de coordinación y castigar, sin complejos, la deslealtad.
Vamos tarde con los test masivos, con el seguimiento y aislamiento de los infectados, con la compra de respiradores, con planes específicos en hospitales y residencias de ancianos
Algunos dirán, y lo entiendo, que no es momento de reproches, si no de arrimar el hombro y dejar la reflexión para cuando termine la crisis. No soy partidario. Cuando muere un ser querido todo son buenos propósitos, pero a los pocos días, el muerto al hoyo y el vivo al bollo. Si no aprovechamos, sin estridencias, el momento para profundizar en lo que nos pasa, todo seguirá igual hasta la próxima crisis. Y no debiera.
Post data: si quieren ilustrarse sobre lo que digo en el articulo vean el siguiente video de la ministra de asuntos exteriores coreana ( y esta mujer no es la especialista).