Tal y como anunció a finales de agosto, la formación centrista y liberal La Lliga Democrática ha formalizado hoy su petición de indulto para todos los condenados por el juicio del procés. En un comunicado, el partido liderado por la politóloga Astrid Barrio argumenta que su solicitud se halla motivada por «la firme voluntad de contribuir a normalizar la situación política en Cataluña y de superar una etapa marcada por el enfrentamiento». Y es que, a juicio de la formación catalanista, —y sin menospreciar otras medidas que «favorezcan el diálogo y la distensión»— el indulto es la medida más pertinente para «el avance en la resolución racional del conflicto» después de casi tres años de un «clima de elevada emotividad que impide la normalización de la vida política».
Así, la solicitud, firmada por la presidenta Astrid Barrio y la secretaria Silvia Requena, solicita el indulto para Oriol Junqueras, Josep Rull, Jordi Turull, Carme Forcadell, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Raúl Romeva, Dolors Bassa, Joaquim Forn, Carles Mundó, Santi Vila y Meritxell Borràs.
El Estado demostraría su «fortaleza»
En el texto, la Lliga hace hincapié en que el indulto es una «medida de gracia reconocida constitucionalmente y por tanto perfectamente acorde con la legalidad vigente». Por este motivo, asegura que su aplicación se encontraría lejos de «ser una concesión» pues «demostraría la fortaleza de un Estado que habiendo aplicado la ley con el máximo rigor es capaz de perdonar a favor de un beneficio colectivo como es favorecer la reconciliación y el retorno a la normalidad política en Cataluña». En este sentido, la formación se congratula del anuncio hecho por el Ministro de Justicia de comenzar a tramitar las solicitudes de indulto. «Instamos a la mayor rapidez en su gestión y abogamos por una resolución favorable», añade.
Finalmente, y tras subrayar su compromiso con el marco constitucional y su postura contraria a la secesión, la formación recuerda que Cataluña se encuentra en una «situación crítica, devastada por la crisis sanitaria, económica y social y al borde de una crisis institucional sin precedentes». Por ello, explica que los catalanistas tienen la «obligación» de hacer todo lo que esté en sus manos para «volver a poner el país marcha para gestionar la pandemia y sus nefasta consecuencias».