La regidora responsable de movilidad en el Ayuntamiento de Barcelona, Rosa Alarcón (PSC) ha admitido hoy en rueda de prensa, que el gobierno municipal, conjuntamente con la Guardia Urbana está realizando una serie de estudios y revisiones sobre los nuevos elementos viarios instalados en las calzadas de la ciudad como los polémicos bloques de hormigón en forma de banco, separadores de carril bici, bolas de cemento o cojinetes de reducción de velocidad.
«Estamos realizando un segundo estudio, pero cualquier elemento que vaya en contra de la seguridad viaria, es evidente que se cambiará». Alarcón ha explicado que el pasado mes de julio la Guardia Urbana realizó un primer seguimiento de evaluación de la movilidad ante la implantación de los nuevos elementos, pero debido a la poca afluencia del tráfico por el confinamiento, los datos ofrecidos no tienen un valor real, por eso, este próximo mes de octubre se realizará un segundo estudio de seguimiento.
Según Alarcón, «iremos corrigiendo todos aquellos elementos que vayan en contra de la seguridad viaria, para nosotros la seguridad es primordial». Ha destacado que algunos elementos «pueden ser más peligrosos» como los ‘cojines berlineses’. Remarcando que el problema no es el elemento, sino la velocidad con la que se cruza el cojín, «normalmente la velocidad está muy por encima de los 30km permitidos en muchas calles de Barcelona. Tenemos que ser conscientes que bajar la velocidad es bajar la siniestralidad».
Colau rechazó retirar los bloques de hormigón en el pleno de julio
Las afirmaciones de Alarcón ponen en evidencia que la preocupación del Ayuntamiento es existente, ante posibles accidentes en los que se vean implicados estos elementos urbanísticos. Además, se suman las críticas de partidos de la oposición: JxCat, Cs y PP y colectivos de motoristas que denuncian la peligrosidad del nuevo urbanismo táctico que ha realizado el Ayuntamiento durante los meses de confinamiento por la pandemia de coronavirus. Sin duda, el llamado urbanismo táctico, supone en realidad, crear obstáculos al vehículo privado en Barcelona, un hecho que ha cambiado la fisionomía de muchas calles, desconcertando a conductores y peatones.
En el pleno municipal del pasado julio, el gobierno municipal de Ada Colau, votó en contra de la petición de JxCat que pedía retirar los bloques de hormigón de las calzadas de las calles Consell de Cent, Girona y Rocafort. «Rechazamos la propuesta, precisamente porque velamos por la seguridad de nuestros vecinos. Nuestra política es ganar espacio para los peatones», contestó Colau, que justificó que los bloques están allí para «proteger a los peatones ya que cada año hay heridos y muertos a causa de los coches».
La Fiscalía investiga los bloques de hormigón
El pasado 9 de septiembre, la Fiscalía de seguridad vial de Barcelona, anunció que está investigando los bloques de hormigón instalados en las calzadas de varias calles del Eixample, por suponer un riesgo grave para la seguridad de conductores de motos y coches.
El abogado Daniel Vosseler presentó una denuncia ante el Ministerio Público al considerar que este mobiliario urbano construido con materiales como el hormigón, podría suponer «un obstáculo peligroso para la circulación de vehículos a motor, en particular motoristas y ciclistas».
A pesar de las advertencias, Colau volvió a defender la idoneidad de la medida, el gobierno de Colau justificó que los cambios sirven para pacificar la circulación rodada, «son irreversibles y no habrá marcha atrás». Y aseguraba que «los elementos de hormigón se ponen en esta ciudad precisamente para proteger a los peatones».
Ahora la incógnita es si ambos miembros del gobierno municipal han decidido conjuntamente cambiar el criterio y revisar los elementos instalados como urbanismo táctico, o saber si el anunció de Alarcón, responde a otra contradicción entre PSC y Colau. Un hecho que ya pasó, hace pocos días, con los datos de ocupación ilegal ofrecidos por el teniente de alcalde y responsable de seguridad Albert Batllé y calificados por la regidora de vivienda, Lucía Martín como ‘Fake news’.