A pocas horas de conocer cuál será la decisión del Tribunal Supremo sobre el futuro de Quim Torra, todos los grupos con representación en el Parlament, salvo JxCat, han exigido al presidente que despeje ya la incógnita sobre la próxima convocatoria electoral. Algo que Torra ha ignorado completamente a pesar de que tampoco ha podido aclarar a sus todavía socios de Govern, ERC, qué piensa hacer si el Supremo confirma su inhabilitación. Un pregunta qué también se le ha planteado desde las filas de la CUP durante la celebración este miércoles de la primera jornada del debate sobre política general en la Cámara autonómica.
La independencia ha vuelto a ser el eje de la acción parlamentaria, a pesar del COVID-19 y de la crisis social, sanitaria y económica creada por la pandemia. En este sentido, JxCat, ERC y CUP sí han sido capaces de pactar una propuesta de resolución que acusa al Estado de «intentos de desestabilización de las instituciones de Cataluña en el actual contexto de crisis sanitaria y económica». En el texto también se asegura que estos presuntos «intentos de desestabilización» se están llevando a cabo con «los juicios al presidente de la Generalitat». Nada menciona sobre que la sentencia del Supremo sobre Torra fue anunciada en enero de este año, dos meses antes de que el COVID-19 irrumpiera en todo el mundo.
En la misma resolución las tres formaciones separatistas reivindican «la voluntad soberana» de los catalanes «por encima de cualquier criminalización, amenaza o intimidación o intento de deslegitimización por parte de la judicatura o la fiscalía españolas».
De la unidad estratégica al «señor Torra, adiós»
Torra no solo no ha despejado la incógnita sobre la fecha electoral sino que tampoco ha querido entrar al trapo de las críticas arrojadas contra su gestión por parte de ERC. En este sentido, el presidente se ha limitado a afirmar que confía en «retomar el hilo de la unidad estratégica«. «A mí no me encontrarán nunca en ninguna disputa con los partidos», ha añadido, «porque mi disputa es con el Estado español«.
Desde Ciudadanos, el portavoz de la formación naranja, Carlos Carrizosa, ha sido especialmente crítico con Torra, al que ha advertido de que su partido impedirá que se quede en la Generalitat en el caso de que el Supremo confirme su inhabilitación. Carrizosa ha tachado al presidente de «irresponsable» por el caso de los lazos amarillos, le ha acusado de «no entender bien la democracia» y ha insistido en que Torra no podrá permanecer al frente del Govern en caso de confirmarse su inhabilitación: «Señor Torra, adiós«.
El socialista Miquel Iceta, por su parte, ha pedido a Torra acabar la legislatura con «la máxima dignidad posible» y convocar ya elecciones para poder afrontar la crisis del COVID-19. Iceta se ha referido a la sesión parlamentaria como «debate de desorientación política» y ha lamentado que el presidente no haya explicado aún qué hará en caso de ser inhabilitado definitivamente. Por ello, Iceta ha insistido en que debe convocar elecciones pues, ha dicho, «es mejor para Cataluña que sea el presidente de la Generalitat» quien lo haga y «no sean efectos imbuidos por decisiones de otras administraciones», según ha recogido Europa Press.