El anuncio de que el Gobierno ha aprobado un plan que supondrá una inyección de 10.471 millones de euros en Defensa ha levantado todas las alarmas en el separatismo catalán. A pesar de que la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez se enmarca en la relación de España con la OTAN y en la línea marcada por la UE, los separatistas entienden que buena parte de este dinero se destinará a reforzar estructuras de vigilancia y espionaje de este movimiento.
Así han entendido este nuevo plan de Defensa medios como El Nacional, según el cual este presupuesto servirá para incrementar «las estructuras de control y vigilancia del independentismo catalán». Y es que, por ejemplo, el Centro Criptológico Nacional, dependiente del CNI, se beneficiará de una partida extra de 376 millones de euros, que servirán para «fortalecer la ciberseguridad con inteligencia artificial, las telecomunicaciones y el análisis de datos, entre otros aspectos».
Una «cacicada antidemocrática»
El nuevo plan de defensa, por otro lado, ha generado una fuerte oposición dentro y fuera del Gobierno. Mientras que en Sumar amenazan con salir de la coalición si Sánchez sigue adelante, en el PP lo han calificado de «chapuza marca de la casa». Y es que el presidente pretende que este plan salga adelante sin el respaldo de las Cortes. Algo que Alberto Núñez Feijóo ha definido como «una cacicada antidemocrática».