El Ministerio del Interior ha formalizado un contrato de adquisición de 15,3 millones de balas de 9 mm con la empresa israelí Guardian Defense & Homeland Security S.A., filial de IMI Systems LTD. El valor de la operación es de 6,64 millones de euros. Esta decisión contradice el compromiso público del Gobierno español de suspender las relaciones armamentísticas con Israel tras la escalada del conflicto en Gaza.
El contrato, inicialmente adjudicado en octubre de 2024, fue objeto de controversia desde su anuncio. El Gobierno, a través de la ministra portavoz Pilar Alegría, había anunciado la suspensión de operaciones de compraventa de armamento con Israel. Sin embargo, el Ministerio del Interior justificó la continuación del contrato basándose en recomendaciones de la Abogacía del Estado que alertaban sobre posibles indemnizaciones costosas si se anulaba el acuerdo ya adjudicado.
La formalización del contrato ha generado una fuerte respuesta desde Sumar. El socio del Ejecutivo considera inaceptable este incumplimiento y exige la cancelación inmediata del contrato. Consideran que mantener el contrato es incoherente con la postura promulgada por el gobierno. La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha expresado su firme rechazo a la decisión del Ministerio del Interior. En declaraciones realizadas durante la Diada de Sant Jordi en Barcelona, Díaz calificó la operación como una «vulneración flagrante de los acuerdos» del gobierno de coalición y exigió una «rectificación inmediata» del contrato.
Izquierda Unida, integrante de Sumar, ha advertido sobre la inflexibilidad de IU si no se revoca la compra. El coordinador general de IU, Antonio Maíllo, ha dejado claro que no tolerarán más decisiones unilaterales por parte del PSOE en materia de defensa y que la compra de armamento a Israel «está abriendo la crisis de Gobierno más grande de esta legislatura».
Este desacuerdo profundiza las diferencias entre el PSOE y Sumar. En los últimos meses, varias desavenencias entre el PSOE y Sumar han incrementado la tensión dentro del Gobierno de coalición. Uno de los principales puntos de fricción ha sido el aumento de gasto en defensa. Pedro Sánchez ayer compareció para explicar esta medida ante la prensa en el congreso. Sumar expresó su rechazo calificando el aumento del gasto militar de «exorbitado» y «no oportuno».
El PP ha ahondado en esta crisis cuestionando la gestión del Gobierno y ha exigido una respuesta clara y coherente por parte de Sánchez respecto a la política de defensa y relaciones exteriores de España. Además ha criticado el plan de rearme calificándolo de «chapuza marca de la casa».