Sil2025
Sil2025
Sil2025

Illa cede en Perpiñán, Parlón se mantiene firme en Mataró

El nuevo Govern sabe calcular donde vale la pena dar batalla

Illa cede en Perpiñán, Parlón se mantiene firme en Mataró
Salvador Illa. / X.

Christopher Daniel Person, el politólogo de aspecto aniñado y peinado imposible que compareció en el Parlament con el nudo de la corbata flojo y firme en la decisión de no dejarse arrastrar por los convencionalismos independentistas, ya no es delegado de la Generalitat en Perpiñán. Menos de seis meses ha durado en el cargo este ex asesor del PSC en Lleida. Esta semana, la consejera portavoz, Sílvia Paneque, anunciaba su sustitución por Albert Piñeira, ex alcalde del PDeCat y ex candidato de Junts al Senado. Un giro de 180 grados que Paneque defendió sin mover el gesto, como si fuera lo más normal. 

Con esta decisión, el Govern cede ante el independentismo y provoca la salida de Person, que probablemente esté deseando huir de esta Cataluña distópica y paleta. Se ríen de que Donald Trump hable del Golfo de América, pero rebautizan -rebautizamos todos, al parecer- el País Valenciano o la Catalunya Nord sin el menor pudor. Person niega la “nación catalana”, denunciaban indignados desde la CUP. Al parecer en el plan de estudios de los jóvenes antisistema obviaron el Tratado de los Pirineos, por el que la “nación catalana” no existe desde 1659.

 «Illa ha echado pisto a los independentistas forzando la salida de Person por la puerta de atrás. Donde no cede el Govern es en los disturbios provocados en diversos barrios catalanes por jóvenes desarraigados que recuerdan peligrosamente a los incidentes de los banlieues  franceses.»

Illa ha echado pisto a los independentistas forzando la salida de Person por la puerta de atrás, aunque la portavoz del Govern se empeñara en explicar que ha sido una decisión del ya ex delegado por motivos personales. Bien pensado, la cacería desatada contra el delegado socialista por todos los medios alineados con el independentismo -incluidos los de la Corporació de TV3 y Catalunya Ràdio- ha sido tremendamente personal. La diana sobre Person ha conseguido una unidad independentista no vista desde los tiempos del referéndum, hace ya siete años. 

Donde no cede el Govern es en los disturbios provocados en diversos barrios catalanes por jóvenes desarraigados que recuerdan peligrosamente a los incidentes de los banlieues franceses.

Illa sabe que el delegado en Perpiñán es pecata minuta para una gran mayoría de los catalanes, que ni siquiera tiene claro por qué existe una Casa de la Generalitat en Perpiñán. Pero la seguridad es arena de otro costal. Especialmente si los disturbios e incidentes vienen aliñados con un fuerte componente de desarraigo y marginación racial

Los incidentes del barrio de Cerdañola de Mataró, como antes los de la Font de la Pólvora en Girona o los de la vecina Salt son un toque de alerta que no conviene pasar por alto.  Adolescentes, algunos de ellos inimputables, que emulan los disturbios independentistas de octubre de 2019 amparándose en argumentos de la izquierda brillibrilli cada vez que la policía autonómica -por fin- impide alguna okupación. 

Porque el miedo es un argumento mucho más poderoso que la nación, y el miedo a ver convertidos determinados barrios de casi cualquier ciudad mediana de Cataluña en un paraíso sin ley para los violentos está tan presente aquí como en el resto de Europa. Lo saben desde Vox, PP o Aliança Catalana, que se han apresurado a señalar el problema para avalar sus argumentarios de más seguridad y menos inmigración. 

Esa es, junto al enquistado problema de Rodalies, la gran amenaza para el plácido mandato de Salvador Illa. Pese a sus escasos 42 diputados sabe que no hay mayorías alternativas y ni siquiera un líder de la oposición más allá de los cansinos tuits de Carles Puigdemont. Por eso la consejera Núria Parlón se olvidó de sus vacaciones para comparecer este jueves junto al alcalde de Mataró, el también socialista David Bote, en defensa de la actuación policial ordenada en la capital del Maresme. «No se pueden quemar 30 contenedores y que no pase nada« advirtió la consejera de Interior. Dicho queda. Por mucho que la PAH se empeñe en argumentar que se trata de jóvenes pacíficos que, casualmente, solo se activan al ver un uniforme policial. Ya no cuela, ha venido a decirles el nuevo Govern, que ha entendido mejor que sus antecesores el riesgo que entrañan los ataques a la convivencia.

Iva Anguera de Sojo
Iva Anguera de Sojo
Periodista especializada en política, he pasado por ABC, la Delegación del Gobierno en Cataluña y El Independiente. Ahora en el Consejo de Betevé y colaborando con diversos medios.

NOTICIAS RELACIONADAS

Sil2025
Sil2025
- Publicidad -

Opinión