A pocas horas de que las calles catalanas vuelvan a ser escenario de las performances de la ANC y Òmnium, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha pronunciado el tradicional discurso institucional con motivo de la celebración de la Diada. Lo ha hecho recordando la figura del también presidente Lluís Companys y exigiendo al rey Felipe VI y al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, que pidan disculpas por su fusilamiento el 15 de octubre de 1940.
«España», ha dicho Torra, «aún no ha asumido su responsabilidad ni ha pedido disculpas al pueblo de Cataluña. Exijo al Gobierno español un acto solemne en el que el jefe del Estado y el jefe del Gobierno pidan públicamente disculpas por la persecución, detención y fusilamiento del presidente Companys».
En su discurso, Torra ha evitado referirse a la posible celebración de una nueva consulta sobre la independencia de Cataluña. Tampoco ha mencionado nada sobre la celebración de las próximas elecciones autonómicas y mucho menos sobre la cercana posibilidad de que el Tribunal Supremo confirme su inhabilitación como diputado. En este sentido, el presidente se ha limitado a asegurar que los separatistas persistirán en «esta voluntad democrática por libertad hasta conseguir la plenitud nacional de nuestro país».
El presidente no ha olvidado en su discurso de la Diada la pandemia del COVID-19, que ha calificado de «maldita«. Sobre esta cuestión, Torra ha apelado a la responsabilidad de los ciudadanos para facilitar que el regreso a las aulas sea «una historia de éxito» y ha pedido a los catalanes «un último esfuerzo solidario: distancia, mascarilla e higiene».