Sílvia Orriols ha desmentido públicamente las afirmaciones de Cristina Casol, exdiputada de Junts per Catalunya, sobre una «supuesta oferta para encabezar la lista del partido independentista en Lleida» para las elecciones catalanas de mayo de 2024. En una publicación en redes, Orriols acusa a Casol de haber exigido ser cabeza de lista como condición para sumarse a Aliança Catalana, una demanda que no fue aceptada ya que el puesto estaba reservado para Ramon Abad, fiel militante de la formación.
Quines mentides? Les teves?
— Sílvia Orriols (@orriolsderipoll) April 15, 2025
Volies anar primera i quan et vam dir que el primer seria (per mèrits i per discurs) en Ramon, et vas fer enrere…
Aquesta és la "coherència" que reivindiques?
Casol es una figura particular; expulsada de Junts en 2023 tras denunciar un presunto acoso que la dirección del partido has negado de manera categórica, expresó en 2024 cierta admiración por Orriols, destacando «su valentía y discurso directo». Sin embargo, de acuerdo con fuentes internas de la misma Aliança, Casol rechazó unirse finalmente al partido debido a la escasa proyección que estaban dispuestos a darle. En una entrevista con ARA, Casol negó haber recibido una oferta clara de Orriols y afirmó que «no compartía los postulados del partido». Postulados que sin embargo había aplaudido con anterioridad. Orriols, por su parte, contradice esta versión, aseverando que las negociaciones existieron, pero se frustraron por las condiciones impuestas por Casol.
La controversia pone de manifiesto las tensiones dentro del independentismo catalán a raíz de la irrupción de Orriols. Aliança Catalana ha ganado notoriedad por su discurso antiinmigración y su creciente influencia en la política institucional de la comunidad, lo que genera fricciones con otras formaciones independentistas.
Este episodio, ampliamente discutido en redes sociales y medios, refleja las proyecciones de crecimiento de Aliança Catalana dentro del movimiento independentista, que empieza a atraer a perfiles políticos profesionales de distintos ámbitos de la gobernanza pública que ven peligrar su continuidad en la política en sus actuales formaciones. Por su parte, Orriols no parece interesada en dar cabida a este tipo representantes, y se focaliza de momento en dar proyección a las cuadras más fieles del partido.