Irene Montero, eurodiputada y exministra del Gobierno, enfrenta hoy sonadas críticas tras sus comentarios sobre procesos electorales en América Latina, que muchos consideran sesgados e inconsistentes. Su respaldo a los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela en julio de 2024, donde Nicolás Maduro fue declarado ganador, contrasta con su reciente «preocupación» por supuestas irregularidades en las elecciones de Ecuador de 2025, donde Daniel Noboa se ha impuesto con contundencia a Luisa González. Este doble rasero a la hora de aplicar criterios de transparencia y fiscalización ha generado un intenso debate, especialmente en redes sociales, donde usuarios de diversos espectros políticos cuestionan su coherencia política.
Muy preocupada por los indicios de fraude electoral en Ecuador y la declaración de Estado de excepción tras un proceso electoral lleno de irregularidades. @LuisaGonzalezEc ha pedido ya recuento de votos. Permanecemos atentas: la voluntad del pueblo ecuatoriano debe ser respetada
— Irene Montero (@IreneMontero) April 14, 2025
En el caso venezolano, Montero celebró efusivamente y sin pensarlo dos veces la victoria de Maduro, criticando muy duramente a quienes ponían en duda la legitimidad del proceso, acusándolos de tener motivaciones interesadas pese a las manifiestas irregularidades del proceso. Sin embargo ahora, meses después, expresa inquietud por los comicios ecuatorianos, apoyando la solicitud de un recuento de votos planteada por la candidata perdedora. Las elecciones en Venezuela fueron ampliamente señaladas por observadores internacionales como carentes de transparencia, con acusaciones de manipulación respaldadas por la oposición. En cambio, en Ecuador, organismos como la OEA y la Unión Europea no han reportado irregularidades significativas, lo que ha llevado a muchos a cuestionar por qué Montero adopta posturas tan dispares.
Las reacciones son claras. Los usuarios acusan a la política de actuar con parcialidad, sugiriendo que sus opiniones responden a afinidades ideológicas más que a un análisis objetivo de los procesos electorales. Su silencio inicial sobre las demandas de transparencia en Venezuela, seguido de su rápida reacción en Ecuador, evidencia una falta de criterio uniforme.
Irene Montero ve Ecuador en el ojo ajeno, pero no Venezuela en el propio. https://t.co/yCxldc4Fsl
— Cascabel Individualista (@altorrijos_) April 14, 2025
Menos mal que Irene Montero está vigilando las elecciones en Ecuador. Si alguien sabe de procesos democráticos ejemplares, es ella: elegida candidata para las generales sin primarias, por la voluntad de "no sabemos quién"
— 🅰𝐥𝐞𝐣𝐨 (@pmiguelez) April 14, 2025
Irene está súper deeply concerning con los resultados de Ecuador. Sin embargo, con Venezuela todo súper OK y democrático. Nadie lo niega, nos dijo. ¿Saes, tía?
— María (@mariatat72) April 14, 2025
El debate refleja la polarización en torno a su figura, cuya trayectoria política genera cada vez más rechazos. Por ahora, la controversia sigue alimentando discusiones su coherencia en el discurso político.