Un estudio del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha concluido que la transmisión de COVID-19 de los menores de edad a los adultos con los que conviven es baja, ya que solo un 3,4% de los 163 pacientes pediátricos estudiados fueron transmisores en el núcleo familiar.
Según ha explicado este lunes en rueda de prensa el jefe de la Unidad de Patología Infecciosa e Inmunodeficiencias de Pediatría del Vall d’Hebron, Pere Soler, el estudio tenía dos objetivos: definir las características clínicas de los niños de Cataluña con COVID-19 y su capacidad de transmisión dentro de los domicilios.
Respecto a la capacidad de transmisión, el estudio ha revelado que, de las 89 familias estudiadas, solo tres niños, dos de los cuales tenían 17 años, han sido los que han generado la transmisión intrafamiliar. En un total de 36 familias (40,4%) no se ha podido definir el patrón de transmisión, y en otras 50, en las que varios miembros sufrieron la enfermedad, se ha identificado a otro miembro de la familia o de fuera con PCR positiva que sería el transmisor (56,2%).
El estudio se ha llevado a cabo con el objetivo «de ayudar a tomar decisiones» para la vuelta a las clases y tiene una parte retrospectiva realizada del 1 de marzo al 31 de mayo, que es la que han presentado este lunes, y una parte prospectiva que están liderando los equipos de Atención Primaria, estudiando 357 pacientes pediátricos diagnosticados.
En cuanto a las características clínicas de la enfermedad en niños, Soler ha explicado que los pacientes «han tenido en su inmensa mayoría cuadros leves con una muy buena evolución clínica», pero ha añadido que sus manifestaciones clínicas son más inespecíficas que las del adulto, lo que puede dificultar el diagnóstico. En los pacientes pediátricos, la fiebre y la tos aparece en alrededor 59% y un 49 de los casos, respectivamente y la pérdida del olfato y el sabor solo en el 13%, mientras que manifestaciones como la fatiga se sitúa en el 40,5%.
Los expertos han advertido de que el número de pacientes menores de 18 años con un diagnóstico confirmado de COVID-19 ha crecido después del confinamiento, y que si del 1 de marzo al 31 de mayo fueron 163, solo en el mes de junio se registraron 250 casos, en julio 2.602 y entre el 1 y 23 de agosto, 2.419.