La tensión entre el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el PDeCat ha llegado a un punto sin retorno. Poco después de que se hiciera público este sábado la denuncia presentada por la formación liderada por David Bonvehí a Puigdemont por la apropiación de las siglas electorales, se ha producido un goteo de bajas entre los militantes del partido.
Primero fueron los cinco senadores del grupo parlamentario, Josep Lluís Cleries, Mayte Rivero, Josep Maria Cervera, Josep Maria Matamala y Assumpció Castellví. En una declaración conjunta difundida a través de Twitter, los senadores anunciaban su baja ante «deriva que está tomando el partido, que no respeta los acuerdos tomados en la última Asamblea Nacional y en el Consejo Nacional celebrado el 2019″ y acusaban a los dirigentes del PDeCat de no respetar los acuerdos adoptados por los órganos del partido que establecían la voluntad de «transitar hacia JxCat».
Este domingo hacían lo propio los concejales del Área Metropolitana de Barcelona tras acusar a la formación de tomar «reiteradas decisiones unilaterales» sin tener en cuenta a los socios y de no escuchar a los presos independentistas. Además, en un comunicado hacen un llamamiento a todos los asociados el partido a seguir su ejemplo y a romper el carné de la formación.
También el exconseller y actual presidente de la Mesa del congreso fundacional del nuevo JxCat, Lluís Puig, se ha dado de baja del PDeCAT. Puig se encuentra actualmente huido en Bélgica, donde también reside el expresident Puigdemont.
Demanda por las siglas
Las bajas se producen después de que el PDeCAT haya demandado a JxCat por un cambio en la propiedad de las siglas en el registro de partidos, tras lo que pasaron de la dirección del PDeCAT a ser controladas por personas próximas al expresidente de la Generalitat y líder del nuevo JxCat, Carles Puigdemont.
JxCat nació en diciembre del 2017 como el resultado de una coalición entre el PDECat y Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) para que Puigdemont pudiera presentarse a las elecciones. La marca quedó inscrita entonces a nombre de Laia Canet, una militante del PDECat. A principios del 2020, los próximos a Puigdemont llevaron al notario un documento en el que Canet renunciaba a las siglas, junto con una certificación que se había hecho una asamblea telemática para cambiar la dirección del partido. Pero, según defiende el PDeCAT en su demanda, esta asamblea telemática no se hizo.