En dicembre cumplirá una década en Twitter, una red que le apasiona. Dice lo que le da la gana y eso ha atrapado a casi 50.000 seguidores. Ex becaria «incorrecta, divertida y sin pelos en la lengua, así es la creadora anónima de esta cuenta.
@Becaria_ cumple dentro de unos meses 10 años en Twitter ¿Por qué decidió crear esta cuenta?
Es una pregunta complicada para alguien que casi no recuerda lo que hizo ayer, pero mi intención siempre ha sido poder decir lo que pienso sin poner en riesgo mi identidad real, sobre todo a la hora de hablar de mi jefe inútil de turno, alguna primera cita lamentable o mis apetencias sexuales del momento.
¿Cuál cree que es el atractivo de @Becaria_ para sus casi 50.000 seguidores?
Hay quien me dice que le caigo en gracia, le hago reflexionar, le parezco inteligente o le doy morbo. Yo soy muy ingenua y me lo creo todo, pero quizás alguna gente solo tenga interés en follar.
Es usted bastante crítica con Facebook ¿Qué tiene Twitter que no tenga esa otra red social?
A mí Twitter me resulta maravilloso, me parece la red social donde mejor puedes filtrar los temas y las personas que más te interesan leer. Facebook es como una realidad paralela donde descubres tipos de gente que no sabías que existían, especialmente en los comentarios de los diarios digitales. Gente con ideas caducadas que creías casi extintas, comentarios preconstitucionales, machistas, racistas y homófobos, y con más faltas de ortografía que un ciempiés con tutú borracho. Pero me gusta Facebook, le he cogido el punto ahora que dicen que está de capa caída y no lo usan más que viejos.
Dice que en su libro ‘Historias de una becaria incorrecta’ cuenta las alegrías y dramas que ha vivido como becaria. ¿Un adelanto?
En el libro hago un repaso a las anécdotas más destacables en la vida de una becaria; desde el proceso de selección en un trabajo, pasando por las injusticias laborales cuando te contratan adjudicándote labores que no te corresponden y abusando de tu tiempo personal, todo a cambio de un salario emocional, y también alguna alegría con compañeros para compensar. Y también cuento otras historias personales con ex parejas, primeras citas, sexo, lecturas y eventos peculiares para sobrellevar, desde el humor y la reivindicación, este período existencial.
¿Qué consejo daría a l@s futuros becarios? ¿Y a su jefe?
Mi principal consejo es que nunca hagan más que para lo que han sido contratados, cobren o no, y durante la jornada marcada. Y que no acepten contratos que claramente se vea que son un abuso. Las empresas siempre que han podido se han sumado a programas de contratación de becarios sin mayor interés que tener a alguien haciendo labores residuales que no aportan nada y no interesa hacer a nadie, y esto sin gastarse un euro la empresa en sueldos ni seguros sociales.
A los jefes y jefas los invito a que tengan empatía y piensen en sus duros inicios, si es que no han empezado con la “startup” puesta por papá. No es ético tirar de contrataciones basura para enriquecerse a costa de los más pringados, aunque legalmente puedan camuflar sus injusticias para que parezca que incluso están aportado algo al mercado laboral y a la sociedad. Los explotadores, que la mayoría suelen llevar corbata, también son una pandemia y tenemos que acabar con ellos cuanto antes.
¿Hasta qué punto se parece becaria a su creadora? ¿Comparte con ella ese rechazo a la ñoñería y el romanticismo?
Siempre traslado mis puntos de vista personales al personaje. En cuanto a la ñonería, el amor empalagoso me provoca sarpullidos, lo veo todo una mentira para vender lo idílico de una vida ficticia de cara a la galería. No digo que no haya parejas que se quieran de verdad y lleven una relación sana y sincera, pero al tercer «Te quiero» en Instagram, desconfía.
Asegura que un día sin bloquear a un idiota es un día perdido. ¿Dónde está el límite para @becaria_ a la que, aparentemente, se la resbala todo?
Me la resbala todo porque ya tengo bastantes cosas de las que preocuparme como para perder el tiempo con gente que no me aporta nada ni me interesa, pero sí que soy susceptible a aquellos comentarios y opiniones que me parecen injustos y no encajan con mis ideas de igualdad, tolerancia y respeto, de ahí que tienda a bloquear a personajes que confundan los Derechos Humanos con el papel higiénico. Son un reflejo de lo que hay ahí afuera, y lo mejor que se me ocurre hacer es exterminarlos en mi mundo digital.
«Tiendo a bloquear a personajes que confunden los Derechos Humanos con el papel higiénico»
@Becaria_
¿Ha sufrido censura alguna vez?
He sufrido la habitual censura de Facebook por fotos del culo o los pezones y por comentarios que supuestamente infringen sus normas, y también la autocensura cuando me planteo subir fotos propias en iglesias que puedan no gustarle a los Abogados Cristianos. Afortunadamente, me tienen bloqueada en Twitter, a pesar de que Polonia Castellanos me parece un encanto.
Hay algunos personajes a los que nombra a menudo. ¿Cuál es la primera palabra que se le ocurre si los nombro?
Bill Gates: «Microchís»
Donald Trump: «Frenopático»
Cayetana Álvarez de Toledo: «Torres Kio»
Miguel Bosé: «Loco de atar»
Javier Negre: «El Condenas»
Alfonso Merlos: «Tanorexia»
Jesús Candel (Spiriman): «Clínica López Ibor»
¿A qué se refiere en este tweet?
Ahí me refiero a esos artículos aplaudiendo cualquier parida o propuesta de algún partido que esté entre la extrema derecha y el fascismo que supongan un recorte en derechos y libertades para la gente más vulnerable, y que por ese artículo o columna, los autores cobren un módico precio como pueden ser 50€. No deja de parecerme contradictorio la ola a lo burgués desde el precariado.
La mascarilla se ha convertido en un tema fundamental en su cuenta y un sello para Becaria. ¿La echará de menos cuando vuelva la normalidad?
Estoy hasta las narices, y nunca mejor dicho, de la mascarilla, pero es lo que toca. Lo que me tiene indignada es que se haya vuelto obligatoria en mi comunidad autónoma uniprovincial porque alguna gente no la utilizara en espacios donde no se puede mantener la distancia de seguridad, y ahora suponga una falta con riesgo a multa el hecho de no llevarla cuando, realmente, sí hay espacio y distancia suficiente para estar sin ella sin poner en riesgo a nadie, como puede ser una calle vacía o un parque gigante. Sueño cada noche con la vieja anormalidad.
¿Suscribe eso de que ‘la pandemia nos hará mejores personas’?
No, yo creo que la pandemia ha potenciado lo peor de la gente: la falta de empatía, de capacidad de análisis, la mala educación y el egoísmo, y lo peor es que ahora se evidencia con más facilidad. Antes eras más feliz en la ignorancia. Yo tengo momentos que no sé si me cae peor el resto de la gente o el virus.
«La pandemia ha potenciado lo peor de la gente: la falta de empatía, la mala educación y el egoísmo»
@becaria_
¿Qué es lo que más echa de menos Becaria de la vida pre-pandemia?
Supongo que lo que todo el mundo normal que también disfrutaba de los eventos masivos y las distancias cortas con mucha gente a la vez, los abrazos, los besos en la boca a amigas y amigos, y ese tipo de convenciones sociales estrechas que ahora hemos limitado para no acabar matando a nadie sin saberlo. Ahora asumimos los riesgos con otra responsabilidad.
¿Abierta al amor?
Abierta a seguir pasándolo bien y lo que surja.