El conseller de Educación, Josep Bargalló, ha asegurado este jueves que los alumnos de Cataluña comenzarán las clases el próximo 14 de septiembre. Lo harán con las medidas de seguridad «que se marquen» en ese momento y sin descartar que, en algún punto de Cataluña, no puedan abrirse los colegios.
El inicio del curso escolar, ha dicho Bargalló en una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press, «está garantizado». Sin embargo, la conselleria trabaja con «diversos escenarios» con el fin de dar «seguridad a los centros, al profesorado y a los alumnos».
De las declaraciones de Bargalló se desprende que Educación hará todo lo posible para que las clases sean presenciales. El conseller ha explicado en este sentido que la enseñanza telemática presenta «muchos problemas» porque «no garantiza la equidad». Bargalló ha añadido que hay que tener también en cuenta que «hay un tema de socialización, de conciliación familiar y de educación efectiva». Por eso se ha mostrado partidario de que las aulas telemáticas solo entren en funcionamiento cuando sea estrictamente necesario.
Con mascarilla
El conseller, por otro lado, se ha mostrado partidario de que, a partir del día 14, los alumnos y los profesores vayan a clase con mascarillas. Algo que, en su opinión, será así si la evolución de la pandemia en Cataluña se mantiene como hasta ahora. «Si evolucionamos como evolucionamos», ha dicho al respecto, «tendremos que empezar el curso con mascarilla. Como mínimo en algunos territorios. Si la evolución acaba mejorando mucho, sin mascarilla».
Bargalló también se ha referido a la posibilidad de que los profesores catalanes vayan a la huelga, como sucederá, por ejemplo, en Madrid o en Galicia. En este sentido, el conseller ha intentado rebajar la tensión asegurando que lo que le preocupa en estos momentos «es que la vida escolar sea lo más normal posible en un contexto que es anormal». Pero también ha recordado que los colegios contarán con el material de protección necesario como termómetros, mascarillas, equipos de prevención y de limpieza y desinfección.
El conseller, finalmente, ha admitido que habrá que solucionar diferentes problemas en el grupo de trabajo creado entre Educación y Salud antes del próximo 14 de septiembre. Y ha citado entre ellos cómo poder tomar la temperatura a los alumnos sin que se produzcan aglomeraciones, lograr dotar a todos de ordenadores portátiles y buscar fórmulas que permitan a los padres conciliar vida familiar y laboral si sus hijos se ven obligados a estar confinados en casa por el cierre de la escuela. «Le toca al Estado resolverlo», ha dicho sobre la conciliación, «dar una baja médica al padre o madre de un alumno que esté en cuarentena o tener un subsidio o aportación económica. Hay diferentes soluciones. La única solución que no es buena es no hacer nada».