Quienes este viernes hayan escuchado al líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, dirigirse al presidente Quim Torra con un nada amable «váyase» seguro que han recordado cuando, en los convulsos años 90, el popular José María Aznar le daba la misma orden una y otra vez al socialista Felipe González. «Váyase ya y deje de erosionar la presidencia de la Generalitat», le ha espetado Carrizosa a Torra desde la tribuna de la cámara a la que el independentismo ha llevado, una vez más, la reprobación de la monarquía.
Carrizosa ha recurrido a Ramón María del Valle Inclán para calificar de «esperpento» la sesión, que fue convocada de urgencia tras conocerse que el rey emérito Juan Carlos I abandonaba esta semana España. «Valle Inclán definía el esperpento como la mezcla entre lo trágico y lo grotesco», ha recordado el líder de Ciudadanos, «la pandemia es trágica y este Pleno es grotesco». «Usted», ha añadido dirigiéndose a Torra, «lo ha convocado para distraer a la atención pública de su nefasta gestión de la pandemia».
Valle Inclán definía el esperpento como la mezcla entre lo trágico y lo grotesco. La pandemia es trágica y este Pleno es grotesco».
Carlos Carrizosa
Y es que nadie puede obviar que, a día de hoy, con más de 100.000 contagiados de COVID-19 en Cataluña y cerca de 13.000 fallecidos, el Govern de JxCat y ERC se ha negado en varias ocasiones a celebrar un Pleno en el que rendir cuentas sobre su gestión de la crisis provocada por la pandemia. Desde Ciudadanos se ha afeado al Govern independentista convocar un Pleno para exigir la abdicación del rey: «Yo quiero que se hable aquí de sanidad y de temas sociales que ya teníamos pendientes antes de la crisis», ha dicho Carrizosa.
El líder de la formación naranja, finalmente, ha recordado que JxCat y ERC se han negado a debatir en el Parlament escándalos como los de la posconvergente Laura Borràs o el de la familia Pujol. Y les ha recriminado que lleven a la cámara autonómica una cuestión, la petición de abdicación de Felipe VI, para la que no Cataluña no tiene competencias.
Los vivas del presidente del PP catalán
El presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, ha preferido emplear su turno de palabra para recordar la importancia que ha tenido para España la figura de la monarquía parlamentaria. Fernández, que también ha evocado que es el segundo debate que se celebra en el Parlament sobre esta cuestión en el último año, ha explicado que la monarquía parlamentaria «conecta a la perfección la continuidad histórica de esas naciones, su acervo político y cultural, con la modernidad democrática».
Fernández ha recordado que la monarquía que representa hoy Felipe VI «tiene espíritu y vocación de convivencia y concordia entre todos los españoles», a pesar de lo que opinen los separatistas. Y ha alertado sobre una «amenaza» que, en su opinión, será aún peor que la «terrible» crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19: «Resucitar el viejo fantasma del cainismo de las dos Españas».
El líder del PP ha pedido que «se evite como sea, por difícil que sea» ese «cainismo». Y ha reivindicado los valores de la convivencia y la concordia en un Pleno que, ha asegurado, se ha convocado por parte de JxCat y ERC «desde el oportunismo y una notable mezquindad«. «Repiten», ha dicho dirigiéndose a los diputados separatistas, «términos como derrocar, tumbar, romper, destruir, cuando hoy deberíamos estar hablando todos de unir, reactivar, coser, compartir«.
Echando mano de su habitual sarcasmo, Fernández ha reconocido que no le resulta «fácil» hablar de convivencia con Torra, sobre todo al recordar sus «escritos deleznables» y «su manera de gobernar sectaria». Y ha lanzado todo un dardo al separatismo al insistir en que «vamos a tener que seguir conviviendo como españoles en el seno de esta monarquía parlamentaria y siempre bajo el imperio de la ley, que es la parte que no les hace gracia».
Los antecesores ideológicos de los ‘comunes’ aparecen ante nuestros ojos como gigantes si los comparamos con el vuelo gallináceo de sus herederos.
Alejandro Fernández
Duro ha sido también en su crítica a la intervención de la portavoz de los comunes y Unidas Podemos, Jéssica Albiach, a cuyos diputados ha acusado de «agitar las extremidades de manera compulsiva y un poco sobreactuada». «No tienen el coraje de realizar el ejercicio de honestidad intelectual que comporta reconocer el esfuerzo titánico de convivencia que realizaron sus antecesores ideológicos del Partido Comunista«, ha asegurado el líder del PP. Y ha concluido refiriéndose a aquellos comunistas como «gigantes» si «los comparamos con el vuelo gallináceo de sus herederos».
El popular ha acabado su discurso resumiendo mucho de lo que de «bueno» tiene España en lo que a democracia se refiere. Y ha rubricado su intervención con un contundente «viva Cataluña, viva España y viva el Rey».
