Una de las señas de identidad del alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, es su política de dureza contra la inseguridad ciudadana. En consonancia con ello, Albiol ha anunciado que, a partir de octubre, Badalona recuperará la unidad Omega, cuya especialidad es enfrentarse a «ocupaciones ilegales conflictivas». El nuevo alcalde de Badalona ha dejado claro que no será un operativo antidisturbios —ya que la competencia recae sobre los Mossos d’Esquadra— sino una «unidad de nueva creación que pretende dar respuesta inmediata a los problemas de delincuencia, ocupación y a las mafias».
Cabe recordar que dicha unidad fue uno de los proyectos más destacados de su anterior mandato. Sin embargo, la unidad Omega fue anulada al hacerse con el poder Guanyem Badalona en Comú. Posteriormente, el PSC tampoco resucitó la unidad al ocupar el mando del gobierno municipal. Ahora, y tal y como había prometido Albiol tras ser investido alcalde, la iniciativa se hará realidad a partir de la segunda quincena de octubre. Albiol ha resaltado que el proyecto cuenta con el respaldo de gran parte de los vecinos de la localidad.
La unidad Omega contará con 28 agentes
El primer paso dado por el Ayuntamiento de Badalona para hacer realidad la unidad Omega ha sido la convocatoria de un proceso de selección interna en la Guardia Urbana. Esta promoción, a la que se podrán presentar los agentes que así lo deseen, tendrá como resultado la elección de 28 agentes y dos mandos policiales. Por otra parte, se sabe que la unidad llevará a cabo su actividad antidelictiva por la noche y de madrugada, especialmente en aquellos barrios con más delincuencia y más pisos ocupados. Asimismo, Albiol ha informado de que el dispositivo contará con más recursos —entre ellos, tres furgonetas—.
El combate de Albiol contra la ocupación ilegal no se ha limitado a reflotar a dicha unidad. Además, ha apostado por una modificación legislativa de carácter urgente para que «ocupar no salga gratis». A su juicio, «los vecinos están atemorizados por la situación que están viviendo y la gran pena e impotencia por mi parte como alcalde es que no se puede actuar de manera inmediata». Por último, ha reflexionado que mientras la ocupación siga teniendo la simpatía y apoyo de «determinados partidos políticos», será «muy difícil de solucionar».