La decisión de Pedro Sánchez de recibir este jueves Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu en el Congreso, en el Palacio de la Moncloa ha desatado una ola de indignación entre la ciudadanía. Por primera vez en la historia democrática de España, un presidente del Gobierno ha abierto las puertas de la sede presidencial a una formación considerada por muchos como los “herederos políticos de ETA”, la banda terrorista que dejó más de 800 víctimas mortales durante décadas de violencia.
Este encuentro, enmarcado en una ronda de contactos con portavoces parlamentarios sobre política de defensa, ha sido percibido como un paso más en el blanqueamiento de EH Bildu, generando una fuerte reacción negativa.
Pedro Sánchez recibe a Bildu en Moncloa.
— Guaje Salvaje (@GuajeSalvaje) March 13, 2025
Cesiones y sonrisas para los herederos de ETA, que siguen blanqueando el terrorismo y homenajeando a sus asesinos.
Un PSOE sin dignidad y sin escrúpulos al que todo le vale para aferrarse un día más al poder.pic.twitter.com/WPkoFFHuz9
Reacciones
«Moncloa» se ha convertido en tendencia, con miles de mensajes que reflejan un sentimiento de repulsa y “traición”. Numerosos usuarios califican el gesto de Sánchez como «indecente», «vergonzoso» y «una humillación» hacia las víctimas del terrorismo. La presencia de EH Bildu en Moncloa, un símbolo del poder estatal y los principios democráticos, ha avivado el debate sobre los límites éticos de los pactos políticos, especialmente con un partido que, aunque hoy opera dentro de la legalidad, sigue sin condenar explícitamente los atentados de ETA.
La figura de Sánchez no ha salido indemne, acusado de priorizar su supervivencia en el poder sobre la memoria y la dignidad de las víctimas. La visita de Aizpurua es la culminación de una relación de dependencia parlamentaria entre el PSOE y EH Bildu, que ha sido clave para sostener al Gobierno de coalición en la legislatura, sustentado sobre frágiles entendimientos realizados con independencia a los controvertidos posicionamientos ideológicos y herencias históricas de sus socios.