Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha declarado hoy ante la Audencia Nacional en el marco de su juicio por el beso que dio a Jenni Hermoso tras la final del Mundial Femenino de 2023. En su declaración, Rubiales ha insistido en que se trató de un gesto consensuado con la jugadora, manteniendo su verisón de los hechos.
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— RTVE Noticias (@rtvenoticias) February 11, 2025
«Le pregunté: ‘¿Te puedo dar un besito?’ y ella dijo que sí». Así lo ha afirmado el exdirigente ante el tribunal. Esta declaración se alinea con su postura desde que estalló la polémica, aunque contradice lo expuesto por Jenni Hermoso, quien ha sostenido en reiteradas ocasiones que nunca dio su consentimiento para el beso.
La declaración de Rubiales
Rubiales mantiene así su versión desde el inicio de los hechos, argumetando que todo se desarrolló en un ambiente de celebración y euforia deportiva. En su declaración deja claro que en ningún momento presionó a la jugadora y, en alusión al momento del beso, ha querido aclarar en referencia a quienes argumentan que Hermoso no puedo oír la pregunta con que presuntamente le pidió permiso para besarla, que cuando se produjo el hecho, no había ningún tipo de música ni sonido de fondo, por lo que sus palabras fueron perfectamente audibles.
Respecto el comunicado que la RFEF publicó en nombre de Hermoso, el expresidente ha negado categoricamente haber tenido ningún papel en la redacción del mismo, señalando que en ese momento estaba ocupado tratando el fallecimiento del padre de una de las jugadoras con ella. A su vez, Rubiales ha hecho referencia al estado anímico «positivo y celebratorio» de Jenni Hermoso tras los hechos, insinuando que cambió su actitud y descripción de los hechos tras recibir presiones externas.
«La señora Hermoso sabe que yo le pregunté y ella conestó afirmativamente»
Luis Rubiales
Para reforzar su defensa, la estrategia de Rubiales ha presentado el testimonio de peritos en lectura de labios, quienes, tras analizar los videos del momento, han concluido que la conversación previa al beso refuerza la versión del exmandatario: «No hay duda de que Rubiales preguntó y recibió una respuesta afirmativa», según declaró uno de los expertos en la sala.
El tono de la acusación ha sido rotundo y tajante, señalando las aparentes inconsistencias en la declaración de Rubiales e intentando establecer un relato de presiones por parte de la Federación hacia los implicados en el caso. Por su parte, el acusado ha usado sus respuestas para contextualizar el caso, llegando en algún punto a ser interpelado por el juez por la larga extensión de sus respuestas.
El juez también ha tenido que llamar al orden a la abogada de la acusación, quién ha presentado sus preguntas acusando directamente a Rubiales de pretender manipular el entorno de Hermoso tras los hechos para «mantener su puesto como presidente de la RFEF».
