Ni el estado de alarma, ni la falta de actividad productiva, ni el teletrabajo han ayudado a reducir el porcentaje de accidentes laborales mortales en la Comunidad Autónoma. Más bien ha pasado todo lo contrario: los siniestros que lamentablemente producen víctimas mortales, han aumentado un 16,13%, respecto de los primeros seis meses del ejercicio anterior.
“Este incremento es un claro ejemplo de la precariedad de las condiciones de trabajo y de nuestro modelo preventivo en las empresas y las administraciones. Una realidad inaceptable en la que no se garantiza debidamente la protección de la salud, como derecho fundamental de los trabajadores”, critica Mónica Pérez, responsable de Salud Laboral de CCOO de Catalunya.
Respecto a los fallecidos en accidentes in itinere -aquellos que tienen lugar durante el desplazamiento del empleado para ir y volver del centro de trabajo a su casa- se han mantenido las mismas cifras (14) del año pasado, en lugar de bajar debido al aumento del teletrabajo. Como mínimo, un 30% de los empleados catalanes ha trabajado desde su propio domicilio, durante el estado de alarma.
«Este incremento es un claro ejemplo de la precariedad de las condiciones de trabajo y de nuestro modelo preventivo en las empresas y las administraciones«
Mónica Pérez, responsable de Salud Laboral de CCOO Catalunya.
Los datos también ponen de manifiesto una caída del 29,67% en el conjunto de los accidentes de trabajo (leves, graves y mortales) y también en los diferentes sectores de actividad, tanto en términos absolutos como en índices de incidencia. Esta evolución se ajusta a la paralización de las actividades económicas en Cataluña por culpa de la pandemia. «En resumen, los leves y los graves han caído bastante por la parada de la actividad, pero los siniestros mortales han subido. Creemos que esto se debe a la falta de calidad de las medidas preventivas y porque son los más difíciles de ocultar por las empresas y las mutuas», explica.
Industria, el sector con el mayor número de siniestros
En total, durante los primeros seis meses del año, se han producido 50 accidentes mortales durante la jornada de trabajo, cinco más que en el mismo periodo del año pasado. En concreto, cuatro de ellos han acaecido durante los meses de marzo a junio, cuando se declaró el estado de alarma.
Este aumento de la siniestralidad mortal se ha acrecentado, especialmente, en el sector industrial, con un 175% más, y en el de servicios, donde el incremento ha sido del 7,69%. Ambos sectores han acaparado buena parte de los servicios esenciales durante el estado de alarma, aunque en el sector industrial suelen haber peligros de «mayor magnitud» y riesgos laborales «más graves». Entre los principales riesgos, la posibilidad de quedar atrapado por una máquina o caer desde una altura considerable.