Imagina por un momento que 22 propietarios de tu comunidad de vecinos pagan una cuota mensual de 50 euros para el mantenimiento general del edificio y 10 morosos decís que sólo pagaréis 20, manteniendo los mismos derechos que los demás. Como supongo que el resto de los vecinos no son imbéciles, no tardarán en pediros que paguéis lo mismo que los demás o habrá consecuencias. Como no os pueden echar del edificio, pueden denunciaros para cobrar lo que debéis o quitaros el derecho a subir al ascensor, por poner un ejemplo. En cualquier caso, tendrás inconvenientes, tus vecinos harán lo posible por cobrar y además te pondrán a caer de un burro.
Parece normal que los 32 países de la OTAN paguen lo mismo en proporción a su peso económico. Es lógico que Donald Trump esté molesto por ser el pagafantas de la organización mientras diez países miembros, entre ellos España, dicen que van a pagar lo que a ellos les salga de las narices. Según un informe de la OTAN publicado en junio del 2024, España se sitúa a la cola de los aliados en gasto militar, con una inversión del 1,28 % de su PIB en defensa. En el lado contrario, hay “vecinos” que pagan bastante más: Polonia (4,12 %), Estonia (3,43 %) y EE.UU. (3,38 %).
Es lógico que Donald Trump esté molesto por ser el pagafantas de la OTAN
Parece bastante evidente que todos los socios de la OTAN deberían hacer el mismo esfuerzo inversor en defensa. Estados Unidos y el propio secretario general de la OTAN le han pedido reiteradamente a España que no tenga la cara tan dura y que incremente su aportación para cumplir con lo pactado. Durante la Cumbre de la OTAN en Gales en 2014, los países acordaron aumentar el gasto en Defensa al 2% del PIB en un período de 10 años. No solo es que España no haya cumplido el objetivo, sino que se ha quedado muy atrás con respecto al resto de socios.
España está jugando con fuego y se acabará quemando. No podrá exigir que nadie vele por su seguridad e integridad territorial en caso de conflicto si sigue siendo el gran moroso de la comunidad de propietarios. Ya sabemos que nunca gusta eso de gastar más en armamento, pero hay que ser realistas y adaptarse al mundo en el que vives. Si formas parte de una organización tienes que cumplir y si no vas a respetar tu propia palabra lo coherente es abandonarla. Si quieres seguir jugando a ser el pacifista woke antimilitarista que va con el lirio en la mano no esperes que otros velen por tu seguridad. Es un simple ejercicio de madurez mental que mucha gente debe hacer en nuestro país.
En junio se celebra la próxima cumbre de los aliados en La Haya. Allí se va a discutir sobre el presupuesto de la OTAN y con toda probabilidad se acordará subir, como mínimo, al 3% del PIB la aportación que deberá hacer cada país miembro. Eso implicaría que España deberá destinar 18.000 millones más al año para hacer frente con sus compromisos de seguridad y defensa.
España no podrá exigir que nadie vele por su seguridad e integridad territorial en caso de conflicto si sigue siendo el gran moroso
Veremos cómo reacciona el súper pacifista Pedro Sánchez y su socia Yolanda Díaz. Si asume ese compromiso financiero tendremos que analizar cómo lo pagará (qué servicios públicos recortará y qué impuestos subirá). En ese contexto de reasignación de partidas presupuestarias, tengo curiosidad por saber si va a mermar la financiación de las comunidades autónomas de régimen general y si va a satisfacer las exigentes demandas financieras de los separatistas catalanes que aspiran a un “cupo a la vasca”.
Lo que es seguro es que Mark Rutte ya está exigiendo más compromiso financiero y que Donald Trump está hasta el gorro de pagarle la fiesta a los morosos. Si esta vez nos volvemos a poner de canto, sufriremos presiones económicas de primer nivel. Una pista: EEUU amenazó a Colombia con incrementar los aranceles si seguían impidiendo la entrada de aviones estadounidenses con colombianos deportados. Arregló el problema en menos de 24 horas.