La periodista y humorista Ana Polo denunció públicamente el pasado 7 de enero una agresión sexual que sufrió en 2015, cuando era becaria en el programa La Segona Hora de RAC1. Polo señaló al comunicador Quim Morales como el presunto responsable del ataque. Su testimonio ha impulsado un debate significativo sobre el acoso sexual en los medios de comunicación catalanes y ha motivado a otras mujeres a compartir sus experiencias.
Avui m’he decidit a explicar-vos una cosa molt important per mi
— Ana Polo (@anapolo___) January 7, 2025
Gràcies @LauraAzLlu per aquest espai segur i bonic on sentir-nos protegides ❤️🩹
Gràcies @mar_bermjim pel coratge i la força, que ens ha sigut far i m’ha obert un caminet que pensava que estava tancat per sempre 🫂 https://t.co/Fswq2sKcOQ
Avalancha de casos
El impacto de su testimonio fue inmediato, y sus declaraciones llevaron a otras profesionales del sector a revelar casos similares. Entre los más destacados por su repercusión mediática se encuentran el de Llucia Ramis, periodista que afirma que su director editorial intentó besarla sin su consentimiento y que sufrió represalias laborales tras rechazar invitaciones de sus superiores; Eva Piqué, también periodista, que denunció que su jefe de redacción intentó propasarse con ella cuando apenas tenia 19 años y Marta Roqueta, que expuso que sufrió un presunto maltrato psicológico por parte del diputado de Junts Francesc de Dalmases.
🗣️ «El masclisme està totalment integrat a les redaccions»
— 3Cat (@som3cat) January 11, 2025
Arran de la denúncia pública de la periodista @anapolo___, desenes de dones més han explicat les violències masclistes que han patit per part d’antics caps i companys de feina#TN3Cathttps://t.co/W0FrEsRpm0
Las denuncias por acoso no se han frenado aquí, y aún hoy siguen aflorando acusaciones a partir de las declaraciones de Polo, habiéndose instalado en el panorama mediático catalán un movimiento equiparable al ya conocido #MeToo que en 2017 hizo dar un vuelco al mundo con la acusación de Alyssa Milaano contra el ya destronado Harvey Weinstein.
En este sentido, el perfil social de Polo en la plataforma X se ha convertido en muro dónde la periodista da voz a las denuncias de las mujeres que se suman a este llamado.
Un debate intenso en redes
Las denuncias han generado un amplio y tenso debate en redes sociales. Si bien es cierto que muchos usuarios y figuras públicas han mostrado su apoyo incondicional a Polo y el resto de víctimas declaradas –cabe recordar que el mismo Quim Morales admitió inmediatamente las acusaciones-, no han faltado críticas recordando la severidad de este tipo de denuncias.
En esta parte del debate, destaca el número de usuarios que, sin poner en duda las declaraciones de Ana Polo, han visto con preocupación el aumento exponencial que su precedente ha generado en redes, cuestionando la veracidad de la totalidad de los casos y señalando que en la actual «cultura de la cancelación», donde la presunción de inocencia se suele dejar de lado en primera instancia, una acusación de estas características puede «arruinar la vida de una persona». Estos usuarios claman por la prudencia ante una problemática con muchas aristas en qué las cosas «difícilmente pueden categorizarse bajo absolutos».
En un tono más severo, destaca el artículo que Mertixel R. Lavall dedicó al caso, cuestionando si la experiencia de Polo constituyó verdaderamente un abuso y criticando lo que entendió como una «trivialización» del problema del acoso sexual. Esta postura también se ha extendido en el ámbito digital, y no han sido pocos los perfiles que han puesto en duda el movimiento originado en redes a raíz de su denuncia.
La meva humil opinió
— Meritxell R. Lavall (@Meritxelllavall) January 9, 2025
ANA POLO I QUIM MORALES: ABÚS?https://t.co/ynlqlPNn2W
Esta postura más visceral también ha tenido su público, que no ha dudado en categorizar a Polo de «trepa» cuestionando sus motivaciones a la hora de efectuar la denuncia y convertirse en foco de la problemática del acoso en el panorama mediático catalán.
Ana Polo, amb una falta de talent i carisma abismals, es manté com a membre principal d’un programa líder d’audiència durant anys.
— Carles Artés (@Carles_Artes) January 8, 2025
Ara, que no troba la més mínima rellevància, capgira que les relacions consentides amb el seu cap eren «síndrome d’Estocolm».
ULTIMATE TREPA
En general, pero, vale destacar que la posición en redes se decanta mayoritariamente en favor de las proclamadas víctimas, con un vítor generalizado a su «valentía» por exponer sus vivencias en este sentido y denunciando a quiénes ponen en duda sus testimonios. El mismo artículo de Lavall ha recibido en general críticas muy negativas en la plataforma de X, poniéndose en contra a gran parte de la opinión pública.
Con todo, es importante no desestimar automáticamente opiniones reacias siempre que no pretendan desacreditar a una persona a título individual. La gran cantidad de casos y presión mediática volcada ha llevado a muchos usuarios a tomar las denuncias con precaución, queriendo indagar más sobre cada caso y evitando formar opiniones generalizadas.