El apagón masivo que afectó ayer -y sigue afectando a día de hoy- a la totalidad de la Península Ibérica y parte del sur de Francia ha desatado un intenso debate sobre la seguridad y la soberanía energética del país, puesta en duda por la excesiva dependencia de las «renovables».
La interrupción, que dejó sin electricidad a millones de hogares -en algunos de los cuales aún no se ha restaurado- y paralizó un transporte público que en muchos casos sigue inoperativo, ha puesto en el centro de la conversación la importancia de la energia nuclear, que ya antes del fiasco empezaba a resonar en el discurso público como elemento indispensable del sistema eléctrico del país.
El #apagon nos deja algo claro: está en juego nuestra soberanía energética.
— Javier Cristóbal (@JaviCristobal_) April 28, 2025
¡No al cierre de nuestras centrales nucleares! #SíAlmaraz #AlmarazNoSeCierra pic.twitter.com/rA1TKC85a8
Noticia del 15 de Enero.
— La_Regente (@Regente__) April 28, 2025
A 28 abril nos han dejado a oscuras.https://t.co/ka1Trk12e1 pic.twitter.com/V6ccd1Gkvj
Aseverada la causa más plausible para el apagón, los expertos lo tienen claro; las nucleares, que generan alrededor del 20% de la electricidad del país, son esenciales para garantizar un suministro estable, especialmente en situaciones de crisis como el reciente apagón. La narrativa predominante apunta a la necesidad de mantener operativas plantas como Almaraz para evitar depender de fuentes externas o de tecnologías renovables que, aunque en auge, aún enfrentan limitaciones en términos de consistencia. Mientras tanto, la falta de inversión en la red eléctrica y la priorización de agendas ideológicas sobre la seguridad energética causa estragos.
El movimiento a favor de las nucleares no es nuevo, especialmente tras los notables avances de las últimas decadas en la gestión de sus residuos, que la convierten en una de las energias más limpias. El apagón ha dado un impulso significativo a plataformas que abogan por extender la vida útil de estas centrales, que aseguran una energia barata, segura y confiable. Más allá de las consignas ideológicas y los debates estériles, los datos y la evidencia, reforzada por la crisis experimentada ayer, no dejan lugar a la interpretación; la nuclear es progreso, eficiencia, soberanía y seguridad.