El Gobierno de España ha decidido rescindir unilateralmente un contrato de adquisición de munición con la empresa israelí Guardian Defense & Homeland Security S.A., valorado en 6,6 millones de euros. Esta decisión llega tras la intensa presión por parte de sus socios de coalición y diversos sectores sociales. El acuerdo contemplaba la compra de 15,3 millones de balas del calibre 9 mm para la Guardia Civil.
La adjudicación del contrato, realizada el 21 de octubre de 2024, generó controversia al contradecir el compromiso del Ejecutivo de no realizar transacciones de armamento con Israel desde el inicio del conflicto en Gaza en octubre de 2023.El Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, inicialmente argumentó que cancelar el contrato implicaría un coste elevado para el Estado ya que se tendría que pagar la totalidad del importe sin recibir el material, necesario para los servicios de la Guardia Civil.
Sin embargo, tras las críticas de sus socios del Gobierno. El Ejecutivo ha anunciado que la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMDDU) no autorizará la importación de las balas, alegando «razones de interés general». Se prevé ejecutar el bloqueo el próximo 8 de mayo. Esta decisión podría conllevar una disputa legal con la empresa israelí, que tendría derecho a reclamar una indemnización del 3% del importe del contrato, alrededor de 198.000 euros.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado la rescisión del contrato argumentando que los acuerdos entre Estados democráticos deben respetarse y acusa al Gobierno de anular el contrato por su «inestabilidad política».
También Santiago Abascal, líder de VOX, ha expresado su firme rechazo a la decisión del Gobierno de España de rescindir el contrato. A través de una publicación en su cuenta de X, Abascal acusó al presidente Pedro Sánchez de optar por adquirir material bélico a China en lugar de a Israel, sugiriendo que el Ejecutivo prefiere «comprarlo todo en China. Que por lo visto es un ejemplo de Derechos Humanos y de defensa de Occidente».
La rectificación del Gobierno pone de manifiesto las complejidades inherentes a la gestión de los compromisos internacionales y las alianzas políticas internas. Así, en una coalición de gobierno tan frágil como la de Pedro Sánchez que está compuesta por partidos con posiciones ideológicas diversas, resulta evidente que llegar a acuerdos que satisfagan a sus socios implica cambios de posición constantes por parte del PSOE. Este escenario de gobernabilidad limitada refuerza la percepción de un Gobierno débil, constantemente obligado a pactar y ceder para garantizar su permanencia en el poder.