Pablo Iglesias en el eje de las críticas por pedir dinero a sus simpatizantes

El líder izquierdista inicia un crowfunding para expandir su negocio

Pablo Iglesias en el eje de las críticas por pedir dinero a sus simpatizantes
El exsecretario general de Unidas Podemos Pablo Iglesias en la Universidad de Otoño de la formación / X.

Pablo Iglesias vuelve a situarse en el centro de la polémica tras lanzar una campaña de crowdfunding para trasladar su Taberna Garibaldi, ubicada en Lavapiés, a un local más amplio. La iniciativa, que busca recaudar cerca de 147.000 euros, ha generado -como cabía esperar- una lluvia de críticas que siguen hasta ahora multiplicándose en redes. El anuncio, presentado como una respuesta a la supuesta «censura del Ayuntamiento de Madrid», ha avivado el debate sobre la coherencia de Iglesias y su relación con el dinero de sus seguidores.

Reacciones

Las críticas más recurrentes apuntan a una percepción de contradicción en el discurso del exlíder de Podemos. Se cuestiona que alguien con su trayectoria política y recursos económicos, bien demostrados por otros polémicos antecedentes, recurra a donaciones populares para financiar un negocio privado, acusándolo de aprovecharse de la lealtad de sus simpatizantes. Resulta irónico su historial de crowdfundings, especialmente al recordar campañas previas para proyectos como Canal Red, –bajo acusaciones de presunta explotación laboral, por cierto-. No parece descabellado afirmar que se trata de una estraegia para mantenerse relevante.

También han resurgido -como por otro lado suele ser habitual- comentarios sobre su estilo de vida, con alusiones a la compra de un chalé en 2018, que ya generó controversia por chocar con su imagen de austeridad.

Entre las críticas más encendidas, están quiénes categorizan a Pablo Iglesias de hipócrita por abrazar dinámicas capitalistas que, según ellos, contradicen su histórico discurso anticapitalista. Detractores señalan que busca lucro de carácter personal a través de un negocio privado, utilizando su imagen de líder de izquierda para movilizar fondos de simpatizantes y cuestionando si su objetivo es genuinamente cultural o un intento de consolidar un emprendimiento empresarial bajo una fachada ideológica.

La campaña, que ya supera los 31.000 euros, refleja la polarización que Iglesias sigue generando.

Guillem Espaulella
Guillem Espaulella
Politòleg per la Universitat Pompeu Fabra.

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