Pablo Iglesias vuelve a situarse en el centro de la polémica tras lanzar una campaña de crowdfunding para trasladar su Taberna Garibaldi, ubicada en Lavapiés, a un local más amplio. La iniciativa, que busca recaudar cerca de 147.000 euros, ha generado -como cabía esperar- una lluvia de críticas que siguen hasta ahora multiplicándose en redes. El anuncio, presentado como una respuesta a la supuesta «censura del Ayuntamiento de Madrid», ha avivado el debate sobre la coherencia de Iglesias y su relación con el dinero de sus seguidores.
Lo de la izquierda española con las donaciones a Pablo Iglesias se resume así. pic.twitter.com/neNmOm8vO1
— Nicolás Bolivariano (@NicoBolivariano) April 11, 2025
Reacciones
Las críticas más recurrentes apuntan a una percepción de contradicción en el discurso del exlíder de Podemos. Se cuestiona que alguien con su trayectoria política y recursos económicos, bien demostrados por otros polémicos antecedentes, recurra a donaciones populares para financiar un negocio privado, acusándolo de aprovecharse de la lealtad de sus simpatizantes. Resulta irónico su historial de crowdfundings, especialmente al recordar campañas previas para proyectos como Canal Red, –bajo acusaciones de presunta explotación laboral, por cierto-. No parece descabellado afirmar que se trata de una estraegia para mantenerse relevante.
También han resurgido -como por otro lado suele ser habitual- comentarios sobre su estilo de vida, con alusiones a la compra de un chalé en 2018, que ya generó controversia por chocar con su imagen de austeridad.
No sé porqué estáis atacando tanto a Pablo Iglesias por lanzar su crowfounding. Por primera vez PIDE dinero a la gente de manera libre, sin obligarles con impuestos o expropiaciones.
— Disonancia Cognitiva (@DCognitivos) April 10, 2025
Si algún idiota quiere hacerle rico que lo haga, allá cada cual con su dinero. pic.twitter.com/nECOyZ3HoM
Renovando el concepto de explotación capitalista
— Carlos C. A. (@futuropasado) April 9, 2025
😂😂😂
Pablo Iglesias lanza un crowdfunding para trasladar la taberna Garibaldi a un local más grande. https://t.co/3NxHg3Xma4
Entre las críticas más encendidas, están quiénes categorizan a Pablo Iglesias de hipócrita por abrazar dinámicas capitalistas que, según ellos, contradicen su histórico discurso anticapitalista. Detractores señalan que busca lucro de carácter personal a través de un negocio privado, utilizando su imagen de líder de izquierda para movilizar fondos de simpatizantes y cuestionando si su objetivo es genuinamente cultural o un intento de consolidar un emprendimiento empresarial bajo una fachada ideológica.
La campaña, que ya supera los 31.000 euros, refleja la polarización que Iglesias sigue generando.