La casa de moda Prada anunció este jueves que había concluido un acuerdo con Capri Holdings para adquirir el 100% de Versace por 1.250 millones de euros, (1.390 millones de dólares).
La fusión de las dos marcas dará lugar a un grupo de lujo italiano con más de 6.000 millones de euros de ingresos, que podría rivalizar con gigantes del sector como LVMH y Kering.
«Nos complace dar la bienvenida a Versace al Grupo Prada y abrir un nuevo capítulo para una marca con la que compartimos un compromiso inquebrantable con la creatividad, el cuidado del producto y una sólida herencia cultural», explicó el presidente y director ejecutivo del Grupo Prada, Patrizio Bertelli.
Bertelli destacó que Prada «está preparada y bien posicionada para escribir una nueva página en la historia de Versace, aprovechando los valores del grupo y continuando con confianza y rigurosa determinación».
Capri Holdings, que compró Versace en 2018 por 1.830 millones de euros, tuvo que aceptar una fuerte rebaja debido a la inestabilidad económica, provocada por la crisis en la industria de lujo y el aumento de los aranceles en Estados Unidos. En aquel momento la marca estaba controlada mayoritariamente por la familia (80%) y por el fondo estadounidense BlackRock (20%).
La operación recibió el visto bueno de los consejos de administración tanto de Prada SpA como de Capri Holdings, y se prevé que se concrete en la segunda mitad de 2025. Según indicó Prada, el cierre está condicionado al cumplimiento de los requisitos habituales, entre ellos la obtención de las aprobaciones regulatorias necesarias.
Como indicio de la adquisición anunciada este jueves, Versace incorporó en marzo a Dario Vitale como nuevo director creativo, proveniente de Miu Miu, la marca juvenil de Prada. Vitale reemplazó a Donatella Versace, quien asumió la dirección creativa de la marca en 1997, después de la muerte de su hermano Gianni.
Con esta adquisición, Prada y Versace consolidan su presencia en el competitivo mundo del lujo y refuerzan su posicionamiento en el sector.