En el segundo Congreso Nacional de Sumar, Yolanda Díaz abrió la puerta al diálogo: «La gente no quiere que pensemos igual, quiere que caminemos juntas», afirmó, guiñando un ojo a Podemos. Tras las bajas orgánicas de la propia vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, junto con su antigua secretaria de comunicación, Elizabeth Duval, desde el partido de Díaz parecen haber asumido su posición como uno más dentro del panorama político. Fuentes de la coalición admiten que la única forma de seguir siendo relevantes es negociar con el partido liderado por Ione Belarra e Irene Montero.
Las últimas encuestas preocupan a Díaz
La situación de Sumar es cada vez más preocupante, con las últimas encuestas reflejando una tendencia tan negativa que, dependiendo de cuándo se convoquen las elecciones, podrían incluso desaparecer del hemiciclo. Nada que ver con la situación de Podemos. Mientras Sumar ha pasado del 12% en 2023 al 5,9% en 2025, Podemos ha resurgido, pasando de quedarse sin representación en el Congreso a estar, en la actualidad, a solo un punto y medio de Sumar en las encuestas. «Un crecimiento sostenido», valoró positivamente Pablo Iglesias sobre esta recuperación en Radio Nacional Española. «Sumar ya no habla como un paraguas de partidos, sino como un partido más de 500 personas», se jactó el fundador de Podemos.
Todos al PSOE
Además, Iglesias presumió ante Josep Cuní que su partido sí tiene claridad argumental, mientras que Sumar sigue atrapado en contradicciones en temas clave, como la salida o no de la OTAN e incluso la guerra entre Rusia y Ucrania. El exvicepresidente del Gobierno subrayó que, llegado el momento, «el partido de Díaz acabará en el PSOE, como ocurrió con La Nueva Izquierda de López Garrido y Alemeida».
Ningún cargo orgánico ni diputado de Sumar ha respondido a las descalificaciones de Iglesias. Sin embargo, Ramón Espinar sí lo ha hecho, acusando a su viejo colega de difundir ideas falsas: «Nosferatu dictando fatuas», escribió en ‘X’. Veremos quién tiene razón, aunque de momento las negociaciones entre Podemos e Izquierda Unida parecen estar en punto muerto, a la espera de cómo se descomponga Sumar.