María Jesús Montero menosprecia la presunción de inocecnia. La vipresidenta primera y ministra de Hacienda, ha desatado una merecida ola de indignación tras sus declaraciones en el 16º Congreso Provincial del PSOE en Jaén, donde ha menospreciado la presunción de inocencia al criticar la sentencia judicial que absolvió a Dani Alves.
Sus palabras han sido interpretadas como un ataque frontal a uno de los pilares fundamentales del Estado de derecho. La ministra expresó una avivada frustración porque, según su visión, este principio “no debe anteponerse a la credibilidad de las mujeres jóvenes que denuncian a figuras poderosas”, un comentario desafortunado que ha encendido las alarmas y el rechazo entre ciudadanos.
Si mañana una mujer denunciara por agresión sexual al presidente del Gobierno, según María Jesús Montero deberían condenarlo aunque las pruebas lo desmintieran. Su palabra debe estar por encima de todo. pic.twitter.com/4bkLh7JjXb
— Antonio Naranjo (@AntonioRNaranjo) March 29, 2025
La reacción ha sido contundente. Las palabras de la ministra socavan la independencia judicial y frivolizan un derecho esencial que protege a cualquier persona frente a acusaciones sin pruebas. El malestar se ha extendido plenamente, con voces que señalan que este tipo de discursos, ya habituales desde el Gobierno, alimentan la desconfianza en las instituciones y abren la puerta a una “deriva autoritaria”. La contundencia de su mensaje, calificando de vergüenza la actuación de la justicia, es visto como un acto de irresponsabilidad manifiesta por parte de un miembro del Ejecutivo de Gobierno.
Más allá del sesgo ideológico de cada uno, poner en duda los fundamentos del Estado de derecho, las garantías judiciales y la capacidad de los individuos a defenderse de las acusaciones vertidas sobre su persona es un ejercicio en el que ningún cargo público debería incurrir. El discurso de la ministra enfrenta graves críticas por socavar un abanico de derechos fundamentales en cualquier país que pretenda abanderarse del principio de la libertad.