Elon Musk, al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), ha compartido algunos detalles de su ambicioso proyecto para la reducción masiva de costos superfluos y mejora sistemática de la gestión del gobierno federal estadounidense. Junto a su grupo, integrado por Steve Davis, Joe Gebbia, Aram Moghaddassi, Brad Smith, Anthony Armstrong, Tom Krause y Tyler Hassen, trabaja con el objetivo de recortar en un 15% el gasto público, enfocándose en «eliminar despilfarros y fraudes» sin afectar servicios esenciales.
My interview with the @elonmusk and the @DOGE team tonight on #SpecialReport pic.twitter.com/KKpxEPtu1Z
— Bret Baier (@BretBaier) March 27, 2025
Eficiencia y fiscalización
Musk, desde su perspectiva empresarial, señala que la organización de gobierno actual padece «ineficiencias estructurales profundas», con recursos que se dilapidan en programas y contratos innecesarios. Según información disponible en la ya pública página oficial del DOGE, hasta finales de marzo se habrían ahorrado ya 130 mil millones de dólares, lo que equivale a unos 807 dólares por cada contribuyente. Esta iniciativa responde a una orden directa del presidente Donald Trump, quien dio al departamento 18 meses para optimizar las operaciones federales y reducir el gasto.
Entre las acciones destacadas está la eliminación de programas duplicados, contratos de consultoría prescindibles y el cierre de arrendamientos de edificios federales poco utilizados. Un ejemplo práctico es la revisión de las tarjetas de crédito gubernamentales: existen 4.6 millones de estas para solo 2.4 millones de empleados, una disparidad que el equipo está abordando al exigir a las agencias justificar su necesidad y uso.
The US government currently has ~4.6M active credit cards/accounts, which processed ~90M unique transactions for ~$40B of spend in FY24.
— Department of Government Efficiency (@DOGE) February 19, 2025
DOGE is working w/ the agencies to simplify the program and reduce admin costs – we will report back in 1 week.https://t.co/Umuc0GLsvW pic.twitter.com/pikYyPIdHP
El proyecto ha generado polémica. Algunos sectores critican que el DOGE tenga demasiado poder sobre los sistemas federales y cuestionan su autoridad para cancelar contratos. Musk defiende que su enfoque es cuidadoso, «corrigiendo errores rápidamente cuando ocurren», y reta a los opositores a identificar qué ahorros consideran injustos, algo que hasta ahora no han concretado.
El alcance del DOGE incluye desde la reestructuración de la fuerza laboral federal hasta la actualización de sistemas informáticos y la revisión de programas como la Seguridad Social. Mientras legisladores republicanos celebran los progresos, ciertos demócratas expresan dudas sobre su legitimidad. Musk insiste en que combatir el fraude y el despilfarro es un imperativo legal, y proyecta que estas reformas podrían marcar un cambio histórico en la gestión pública, allanando el camino hacia «un futuro más eficiente y sólido para Estados Unidos».