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La realidad de las redes sociales

En estas plataformas, las personas se sienten demasiado cómodas criticando desde detrás de una pantalla

Tik Tok
Imagen creada con Inteligencia Artificial

Recientemente me descargué Instagram y TikTok, de nuevo. Me había prometido a mí misma que no usaría redes sociales por un largo tiempo. Tal vez te estés preguntando, ¿por qué? ¿Por qué querría hacer un detox de las redes sociales? Bueno, nunca he sido una gran fan de estas plataformas, creo que las tengo, al igual que muchas personas, por presión social, FOMO (miedo a perderse algo) y, la razón más obvia, porque literalmente puedes escapar de la realidad. Pero ahora creo que vivimos más tiempo en la realidad virtual que en la vida real, por eso decidí escribir este artículo en el que hablaré sobre el origen de las redes sociales, los efectos secundarios, mi experiencia personal y cómo ha cambiado el mundo.

El génesis

La primera aplicación de redes sociales fue Six Degrees, creada por Andrew Weinreich y lanzada en 1997. Esta aplicación era básicamente como Facebook, te conectaba con tus amigos y otras personas que tenian la aplicación. Aunque no tuvo éxito, fue la base para todas las demás redes sociales que vinieron después, como Facebook. Lanzada en 2004 y creada por Mark Zuckerberg, fue un gran éxito y diría que marcó el comienzo de la realidad virtual, donde podias conectar con tus amigos al igual que con personas de todo el mundo.

Hoy en día, los usuarios de  Facebook (Meta) son personas mayores.

Un año después, nació YouTube, que también tuvo un gran éxito, permitiendo a los usuarios subir cualquier tipo de video. Pero creo que YouTube alcanzó su popularidad máxima en 2014, con el inicio de la era de los influencers.

De 2014 a 2016, los años dorados para la Generación Z, las redes sociales eran realmente divertidas, no eran tóxicas, todos publicaban lo que querían porque nadie juzgaba. Recuerdo esos años llenos de color, colores vibrantes. La era de la King Kylie, hacer Musical.lys, ver tutoriales de maquillaje de James Charles, videos de Emma Chamberlain, videos de Vine, especialmente Lele Pons, videos de slime, videos de canciones de VEVO, fotos de Tumblr, VSCO, filtros de Instagram…que nostalgia. Ahora Musical.ly se ha convertido en TikTok, que al principio estaba bien, con la Hype House y videos de baile, pero ahora tiene videos de todo, por eso es tan adictivo. Tu FYP (tu para ti) está literalmente hecha para ti, sobre lo que te gusta, qué película o serie estás viendo, incluso las conversaciones que tienes con otras personas, ya que tu teléfono siempre está escuchando, pero a la mayoría no les importa.

Creo que como sociedad nos hemos vuelto más tontos, más susceptibles a la manipulación, al punto de que incluso aquellos que son conscientes de que se están volviendo gradualmente estúpidos y perezosos, no se preocupan. Estoy convencida de que si alguien te diera la opción de elegir entre la píldora roja y la azul, la mayoría de las personas elegirían la píldora azul, para seguir en un estado de ignorancia feliz en lugar de escapar de la matrix.

Me estoy desviando otra vez… pero como decía, las redes sociales se han vuelto un lugar tóxico, donde las personas se sienten demasiado cómodas criticando desde detrás de una pantalla, incluso comentando de manera despectiva. La sección de comentarios de los reels en Instagram son una barbaridad, pero al mismo tiempo hacen gracia. Tal vez sea por el brainrot colectivo o tal vez mi humor esta tan roto que ya no se puede reparar. Obviamente, no me refiero al ciberacoso, sino a los memes en video. #nomecancelen

Efectos secundarios

Como cualquier otra adicción, el uso excesivo de las redes tiene sus consecuencias. Por ejemplo, desarrollar ansiedad, depresión, un TCA (trastorno de la conducta alimentaria), insomnio… Son los efectos secundarios típicos que todos conocemos. No sé vosotros, pero cuando estaba en el colegio, nuestros proyectos casi siempre giraban alrededor de los mismos temas: cambio climático, política, injusticia social y redes sociales. Pero cuando hacía los proyectos, realmente no prestaba atención a las consecuencias, pensaba que era una exageración, hasta que comencé a experimentar algunas de ellas. No solo eso, sino que descubrí que también existen efectos secundarios de los que nadie hablaba en ese entonces, como el hecho de que nuestra capacidad de atención ha disminuido igual que las acciones de Tesla. Nos acostumbramos a los altos niveles de dopamina y necesitamos cada vez más, al igual que con la adicción al porno. Nos comparamos constantemente con los demás, nuestra percepción de las cosas y las personas cambia, e incluso a veces nuestra opinión sobre algo. Algunos hasta cambian su forma de verse a sí mismos según cuántos «likes» y seguidores tienen… Y a pesar de todo esto, seguimos usando las redes sociales a diario o intentamos usarlas lo mínimo , porque a veces son necesarias para contactar con amigos o para trabajo. Y ni hablemos de cómo la gente te mira, como si fueras un alien, cuando dices que no tienes redes sociales. Lamentablemente, hoy todo está digitalizado, incluso puedes pedir comida desde la comodidad de tu sofá si no te apetece caminar hasta el supermercado.

Experiencia personal

Mi relación con las redes sociales siempre ha sido algo tóxica. De vez en cuando disfruto viendo reels de Instagram o TikTok, pero después no me siento bien conmigo misma porque me doy cuenta de cuánto tiempo he perdido. Ese tiempo podría haberlo invertido en algo productivo en lugar de hacer mindless scrolling.

También he experimentado algunos de los efectos secundarios mencionados, como ansiedad y estrés, que he notado que disminuyen cada vez que paso menos tiempo en las redes.

Mi primer detox de redes sociales fue cuando tenía 17 años, y duró un mes. Después lo hice unas cuantas veces más, hasta que conseguí desaparecer de las redes cuando tenía 18 años durante casi un año. Era muy productiva y disfrutaba de la vida real. Pero luego me volví a descargar instagram, para ver cómo se sentía tener redes sociales de nuevo (spoiler: me volví adicta otra vez). Como cualquier otro adicto, tuve una recaída, y no solo consumía, sino que también creaba contenido (para poder promocionar una marca de moda que creé). Me volví tan adicta a cuántos likes tenía y cuántos seguidores, que no me importaba nada más, hasta el punto de caminar por las calles mirando mi teléfono 24/7. Estaba viviendo en el mundo virtual, como en la película Ready Player One. Además, el hecho de que estaba cuestionando mi valía en función de cuántos likes obtenía y cuántos seguidores tenía era completamente absurdo. Aunque lo hice por motivos de negocio, sigo sintiendo que fue una pérdida de tiempo y energía.

Así que si estás pensando en desaparecer del internet, HAZLO. Al principio será difícil, especialmente si es la primera vez que haces un “detox de redes sociales”, pero los beneficios son increíbles, como menos ansiedad, depresión y soledad, y un aumento en la felicidad y el bienestar. Obviamente no necesitas desconectarte completamente de las redes sociales para obtener esos beneficios, un estudio sugirió que limitar tu tiempo en redes sociales a 30 minutos al día es la clave.

Cómo ha cambiado el mundo

Creo que todos sabemos que el internet ha cambiado todo, para bien y para mal. Vivimos en el siglo XXI, la era de la tecnología, donde muchas personas creen que hemos evolucionado como sociedad, lo cual en muchos aspectos es cierto, pero en otros, creo que hemos retrocedido.

Muchos dirán que la tecnología digital ha transformado la forma en que vivimos, trabajamos y jugamos, y que las innovaciones tecnológicas mejoran la vida moderna para muchos y brindan acceso a oportunidades sin precedentes en la historia humana. Pero, ¿qué pasa con las relaciones sociales? ¿Qué pasa con las personas que pierden su empleo por un robot? ¿Qué pasa con el hecho de que puedes vender tu cuerpo en el internet y ganar más dinero que un jugador de la NBA? Hoy en día, ni siquiera tienes que salir para hacer amigos, existen aplicaciones como Hoop que, con solo un deslizamiento, ya tienes un nuevo amigo o amiga. Ni siquiera necesitas pedirle a alguien una cita en la vida real, porque tienes Hinge y Tinder para eso. Las consecuencias de esto es que algunas personas ni siquiera saben cómo socializar en la vida real y especialmente los hombres jóvenes, tienen miedo de pedirle a alguien una cita por miedo a ser rechazados, por lo que recurren a aplicaciones como esas para evitar la humillación de recibir un “no”.

Además, nunca entenderé cómo alguien puede convertirse en influencer y ganar más dinero que alguien con un título universitario. Y ni hablar de OF (OnlyFans), que es básicamente un sitio web para prostitución, pero de alguna manera, como sociedad, lo hemos normalizado. No solo eso, sino que algunas chicas jóvenes ven a esas chicas de OF que promocionan su contenido en plataformas como Instagram y TikTok, y sueñan con hacerse ricas de esa manera, vendiendo su cuerpo en internet.

(Spoiler alert: serie ‘Adolescencia’)

Creo que vivimos en una sociedad muy sexualizada actualmente, debido a las redes sociales y al porno, y eso puede ser muy peligroso para los jóvenes. Como vemos, por ejemplo, en la nueva serie de Netflix Adolescencia, basada en hechos reales, donde el joven protagonista no solo consume contenido misógino y hipermasculino en internet, sino que es víctima de ciberacoso en Instagram, siendo llamado incel (hombres que se consideran incapaces de atraer mujeres sexualmente), lo que lo lleva a cometer un crimen.

No estoy diciendo que todos los jóvenes que usan redes sociales se conviertan en psicópatas, pero es peligroso, especialmente para los niños y adolescentes, ya que pueden consumir cualquier tipo de contenido y ser fácilmente influenciados y manipulados.

Mucha gente me dice que debo adaptarme al mundo digital, que así es como son las cosas, pero luego pienso en la frase típica «adáptate o muere», y en este caso, realmente no sé qué elegir. Así que personalmente creo que las redes, si se utilizan correctamente y de manera muy limitada, puede ser beneficioso, como para promocionar un negocio o leer las noticias, pero sólo para eso. Todo lo que puedas hacer en el mundo real, en lugar de en el digital, como hacer nuevos amigos, pedirle una cita a alguien, ir de compras o leer un libro, hazlo, no desperdicies tu vida.

PD: Creo que me adaptaré con un “flip phone” #volvamosalos2000s

Dalila Sierra Vasilev
Dalila Sierra Vasilev
Soy Dalila Sierra Vasileva, estudiante universitaria con un fuerte interés en la política, la cultura y el estudio de la sociedad.

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