Anoche, las juventudes de la CUP publicaron un vídeo burlándose de un militante de Aliança Catalana. Desde Arran, celebraban haber vandalizado con adhesivos el negocio de Kiko Ferrer, exconcejal en Sant Just Desvern y simpatizante de la formación de Sílvia Orriols.
Una denuncia peculiar
El empresario, propietario del restaurante Mil·le Monkey Burger, denunció la acción: «Señores totalitarios, dejad trabajar e id a vuestras casas». Hasta ese momento, la situación parecía una denuncia más en redes por vandalismo. Sin embargo, nadie podía anticipar lo que sucedería después. Ferrer decidió arrancar uno de los adhesivos y, tras desabrocharse los pantalones, se lo restregó por el ano. Para rematar, realizó el saludo nazi. La publicación desapareció pocos minutos después, probablemente a petición de algún cargo superior de la formación ultraconservadora.
De Ciudadanos a Aliança
Desde El Liberal hemos podido averiguar que Ferrer, conocido militante de Aliança Catalana, fue candidato a la alcaldía por Ciudadanos en 2019. Sin embargo, pocos meses después de acceder al cargo de concejal, se desvinculó del partido liderado por Albert Rivera y permaneció en el consistorio como edil no adscrito. Su popularidad decayó notablemente, y pese a generar una gran cantidad de contenido audiovisual, en las elecciones de 2023 pasó de obtener 695 votos en 2019 a solo 212, quedando fuera del Ayuntamiento de Sant Just y disolviendo su partido en junio de ese mismo año.
Un año después, en 2024, dio un giro ideológico y se desplazó hacia el nacionalismo fragmentario ultraconservador. A juzgar por sus publicaciones más recientes, parece que ultima una candidatura de la mano de Sílvia Orriols con vistas a las elecciones municipales de 2027.

