La comisión de investigación de la ‘Operación Cataluña‘ vuelve a estar en boca de todos. Durante la jornada de ayer, dos veteranas del Partido Popular, Dolores de Cospedal y Alicia Sánchez-Camacho, comparecieron en el Congreso, dejando intensos duelos parlamentarios.
Enfrentamiento con la podemia
Sin lugar a dudas, la más combativa fue la expresidenta del Partido Popular de Cataluña, quien llegó a interpelar a la representante de Podemos, Martina Velarde, con la pregunta: «¿Es usted juez para sentenciar?». Mientras tanto, Velarde, sorprendida por la vehemencia de la diputada popular, balbuceaba al intentar acusar al PP de haber organizado una «policía política». Camacho, ante estas afirmaciones, replicó con firmeza: «No le permito que acuse al Partido Popular de absolutamente nada; ya se ha demostrado con reiteradas sentencias que no existió ninguna Operación Cataluña«. Para finalizar, añadió: «¿Sabe lo que sí ha existido? Una Operación Cataluña en la que algunos han vulnerado el Estado de derecho, en la que me han obligado a irme de mi tierra y en la que han sido condenados por la sentencia 459/2019. Esa es la única Operación Cataluña«.
De abrazarse con Mas a ser una «fascista»
Otro enfrentamiento destacado fue el que mantuvo con Josep Pagès (Junts), quien la interrogó sobre un presunto caso de espionaje. Camacho, tajante, respondió: «Yo siempre he actuado en el marco del Estado de derecho». Y añadió: «¿Les viene bien el relato del victimismo, eh? A mí sí que me han perseguido varias veces, no a ustedes».
La contundencia de Camacho ha provocado una ola de críticas en redes sociales por parte del nacionalismo catalán y la podemia. Pagès la ha señalado como «amiga de fascistas», aunque no ha aclarado si lo es antes o después de haber mantenido una estrecha relación con Artur Mas. Por su parte, Velarde ha manifestado que la diputada popular acudió a la comisión «a crispar». Pilar Rahola, periodista de referencia en ese submundo, optó por descalificar a Camacho indicando que «es odiosa; cuando habla, escupe».