Los nombres configuran el paisaje, como bien apuntaba Montserrat Dameson, periodista de El Nacional. La mejor prueba de su relevancia es la campaña de acoso que sigue activa contra Christopher Daniel Person, director de la Casa de la Generalitat en Perpiñán. Tal y como adelantó El Liberal, sus declaraciones en la Comisión de Acción Exterior y Asuntos Institucionales del Parlament generaron malestar entre los diputados presentes, especialmente en Agustí Colomines (Junts) y Marta Vilalta (ERC). Paradójicamente, Vilalta tildó de «incompetente» a Person, a pesar de que su propio partido garantizó la investidura de Salvador Illa.
Desnacionalización
La batalla por la nomenclatura y las declaraciones del director han sido recibidas con una lluvia de descalificaciones. La periodista Pilar Carracelas lo llamó «sanguijuela» y criticó que no haya rechazado su salario de 95.023,96 euros anuales en concepto de representación de la Generalitat. Desde otro frente mediático, Pilar Rahola señaló directamente a Illa: «Person da pena, pero el verdadero culpable es Salvador Illa. Está implementando un proyecto de desnacionalización para convertirnos en una simple región obediente más».
La tertúlia proscrita
En una línea similar, el exdiputado y ahora tertuliano Josep Costa también se sumó a los ataques, pidiendo su destitución: «Este personaje debe marchar y así nos ahorraremos su sueldo». La presión sobre Person no cesa, evidenciando que su postura sobre el uso de «Catalunya Nord» ha desatado una ofensiva sin tregua por parte del nacionalismo catalán.
