Vladímir Putin ha expresado este jueves su predisposición a aceptar la iniciativa estadounidense de establecer un alto el fuego de 30 días entre Rusia y Ucrania, enfatizando que solo lo hará si se establece con claridad como se pretende invertir este tiempo y dejando claro que no permitirá que “Ucrania lo use para fortalecer su posición militar”. El líder ruso ha afirmado a su vez su compromiso por “asumir una paz sostenible que resuelva las raíces del conflicto”.
El balón está en el lado de Rusia. Putin dice que su meta no es un alto al fuego temporal , sino la paz a largo plazo.
— 💡Stephanie Henaro (@StephanieHenaro) March 13, 2025
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Un tono conciliador
Putin ha aprovechado esta intervención para agradecer a Trump su “esfuerzo mediador”, señalando que está dispuesto a dialogar directamente con él para afinar los detalles y solventar el conflicto. Se ha mostrado a su vez contundente, poniendo de manifiesto preguntas clave para su posición, como quién supervisará el acuerdo y que países se encargarán de garantizar su ejecución. El presidente ruso se ha mostrado tajante respecto la actual situación del conflicto, remarcando que Rusia ha recuperado terreno perdido durante la guerra y que ello debe verse reflejado en cualquier tipo de acuerdo al que se pretenda llegar.
El Kremlin ya había confirmado hoy contactos preliminares con Washington sobre una suerte de propuesta, que fue presentada a Ucrania en la reunión de Yeda el pasado 11 de marzo. Aunque Putin ve positiva la idea de una solución pacífica, ve las conversaciones efectuadas hasta ahora como “precipitadas” y favorables solo a Kiev. Según el líder ruso, la tregua debe abordar las causas profundas del conflicto, un enfoque que extiende las negociaciones más allá de lo militar.
Rusia rechaza a su vez presencia de fuerzas de paz europeas en Ucrania tras un eventual acuerdo, una opción que por su parte Ucrania considera esencial si no ingresa a la OTAN. María Zajárova, portavoz del gobierno ha advertido que tal despliegue implicaría un enfrentamiento directo con Moscú. Con la pelota ahora en el tejado de las negociaciones, el alto el fuego sigue pendiente de respuestas concretas.
