Tal y como ha venido sucediendo en Madrid a lo largo de los últimos 4 años, Barcelona, acogió ayer dos manifestaciones distintas para el 8M, que recorrieron las calles de la ciudad con mensajes y principios opuestos. Mientras miles de personas se han movilizado bajo el paraguas del feminismo imperante y otras han optado por una marcha alternativa crítica con el rumbo del movimiento, la ciudad ha reflejado las disparidades que atraviesa España en materia de reivindicaciones sociales.
Una encuesta reciente de Ipsos para La Vanguardia señala que, aunque el 51% de los españoles se define como feminista, más de la mitad -hombres y mujeres- cree que la igualdad ha ido «tan lejos» que ahora discrimina a los hombres. Este trasfondo puede ayudar a entender las motivaciones de esta fractura visible en las calles.
#8MRTVE | En Barcelona, por primera vez se convocan dos manifestaciones, por diferencias en el movimiento feminista
— RTVE Noticias (@rtvenoticias) March 8, 2025
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Un enfoque dispar
La manifestación principal, organizada por colectivos feministas hegemónicos y apoyada por los principales partidos de izquierda como PSOE y Sumar, ha congregado a miles en el centro de Barcelona con proclamas centradas en la igualdad de género y «la lucha contra la violencia machista». Los lemas, como «Ni una menos» y «Más mujeres en el poder», reflejan demandas tradicionales del 8M. Este mensaje guarda una curiosa relación con los datos de Ipsos: el 59% de los españoles cree que las cosas «funcionarían mejor» con más mujeres en puestos de responsabilidad. Esta marcha afirma que la igualdad «aún está lejos» y rechaza las acusaciones de «discriminación inversa» como «una distorsión machista».
«Volem cuidar i ser cuidades en condicions dignes.» Ha estat una de les reivindicacions del moviment feminista pel #8M. La principal manifestació ha aplegat 25.000 persones a Barcelona, segons la Guàrdia Urbana, i 300.000, segons l’Assemblea 8M https://t.co/3atY70xaNS #8M3Cat pic.twitter.com/UdAkoxo3Ul
— 324.cat (@324cat) March 8, 2025
En paralelo, una segunda manifestación, impulsada por sectores críticos con el feminismo dominante, ha recorrido otra ruta en Barcelona bajo consignas como «No al feminismo supremacista» y «Igualdad real, no ideología». Este grupo denuncia que el 8M ha sido cooptado por la izquierda y transformado en una herramienta «woke» que ignora las verdaderas desigualdades globales —como las de contextos islamizados— mientras promueve una agenda que discrimina a los hombres. Encontramos también en este enfoque una relación interesante con los datos explotados por La Vanguardia, donde el 46% de los españoles y un 52% de los hombres creen que se ha «ido demasiado lejos» en la carrera por los derechos a las mujeres, generando una situación de privilegios inversos y desvirtuando las motivaciones de la causa feminista. Esta marcha aboga por una igualdad sin tintes ideológicos y critica las «performances baratas» del feminismo actual.
Llueva o no llueva el 8M 👇
— Natalia Cl (@NatCl3) March 7, 2025
📍Pl. Catalunya 18h Barcelona
📍Pl. Cibeles 18h Madrid
📍Pl. España 12h Zaragoza y a las 18.45h en Glorieta de Sasera Once
📍Pl. España 19.15 delante Müller Palma#8MabolicionistaBCN #feminismointernacionalista #MUJERESenlucha #8mabolicionista pic.twitter.com/FCDECBRRMT
Ambas manifestaciones han tenido un sonado impacto en redes. El enfoque de la congregación alternativa gana adeptos bajo la percepción de que la causa feminista imperante ha sobrepasado su meta, generando desequilibrios y manteniéndose ajena a los problemas reales de las mujeres. Las proclamas dispares no solo dividen a los manifestantes, sino que reflejan un 8M 2025 donde la unidad es un espejismo, dejando a la ciudad como testigo de un debate social en plena ebullición.