La historia de Ucrania es una gran desconocida, al menos para mí. Por eso, a través de la IA de Grok 3 he elaborado esta descripción que me parece útil para entender mejor el conflicto actual.
¿Ucrania fue un país independiente antes de 1991?
Ucrania no fue un país independiente antes de 1991. Hasta ese año, formaba parte de la Unión Soviética (URSS) como una de sus repúblicas constituyentes, conocida oficialmente como la República Socialista Soviética de Ucrania. La URSS era un estado federal comunista que abarcaba múltiples repúblicas, y Ucrania estuvo bajo su control desde la década de 1920, tras un período de conflictos y cambios políticos después de la Revolución Rusa de 1917.
Antes de la formación de la URSS, Ucrania tuvo breves momentos de independencia, como durante la República Popular de Ucrania (1917-1921), pero estos fueron efímeros y terminaron con la incorporación al dominio soviético. Solo el 24 de agosto de 1991, tras la disolución de la Unión Soviética, Ucrania declaró su independencia, la cual fue confirmada por un referéndum el 1 de diciembre de ese mismo año. Desde entonces, se estableció como un estado soberano.
¿Las fronteras de Ucrania antes de formar parte de URSS incluían Crimea y el Donbass?
Antes de que Ucrania formara parte de la Unión Soviética (URSS), sus fronteras no estaban definidas de manera estable como las conocemos hoy, ya que la región pasó por múltiples cambios políticos y territoriales. Sin embargo, podemos analizar el contexto histórico de Crimea y el Donbás en relación con Ucrania antes de la consolidación soviética en la década de 1920.
¿Crimea?
Crimea no formaba parte de Ucrania de manera consistente antes de la URSS. Durante el período de la República Popular de Ucrania (1917-1921), que surgió tras la Revolución Rusa, las fronteras ucranianas reclamadas incluían vastas áreas, pero Crimea no estaba firmemente integrada en ese proyecto. En esa época, Crimea tuvo su propia dinámica: fue brevemente un estado independiente (la República Popular de Crimea en 1917-1918) y luego cayó bajo control bolchevique, blanco (anticomunista) y eventualmente soviético. En 1921, se estableció como la República Socialista Soviética Autónoma de Crimea dentro de la RSFS de Rusia (no de Ucrania). No fue hasta 1954, ya bajo la URSS, que Crimea fue transferida administrativamente a la República Socialista Soviética de Ucrania por decisión de Nikita Khrushchev, una medida que se mantuvo hasta la independencia de Ucrania en 1991.
¿Y el Donbás?
El Donbás (que abarca partes de las actuales provincias de Donetsk y Lugansk) tiene una historia diferente. Antes de la URSS, esta región era parte del Imperio Ruso, específicamente dentro de la gobernación de Yekaterinoslav y el Óblast del Don. Durante la breve existencia de la República Popular de Ucrania, los líderes ucranianos reclamaron el Donbás como parte de su territorio, basándose en la presencia de población ucraniana y su ubicación geográfica. Sin embargo, el control efectivo sobre la región fue disputado durante la Guerra Civil Rusa (1917-1923) entre bolcheviques, fuerzas blancas y otros grupos, incluida la efímera República Soviética de Donetsk-Krivoy Rog (1918), que buscaba autonomía bajo influencia bolchevique. Finalmente, el Donbás fue incorporado a la República Socialista Soviética de Ucrania cuando la URSS se consolidó en 1922, formando parte de sus fronteras iniciales dentro del estado soviético.
Resumen.
Crimea: No estaba incluida en Ucrania antes de la URSS ni en los proyectos iniciales de la República Popular de Ucrania. Su integración a Ucrania ocurrió mucho después, en 1954, bajo la URSS.
Donbás: Sí fue reclamado por Ucrania durante el período de la República Popular de Ucrania y quedó dentro de sus fronteras cuando se formó la República Socialista Soviética de Ucrania en la URSS a partir de 1922.
Por lo tanto, antes de la URSS, las fronteras de Ucrania como entidad independiente eran inestables y disputadas, con el Donbás más vinculado a Ucrania que Crimea en ese contexto histórico.
Desde 1991, ¿cuál ha sido el trato a los rusohablantes?
Desde la independencia de Ucrania en 1991, el trato hacia los rusohablantes ha sido un tema complejo y ha evolucionado con el tiempo, influenciado por factores políticos, culturales y sociales. A continuación, te detallo cómo se ha desarrollado esta situación a lo largo de las décadas, basándome en el contexto histórico y los eventos clave:
1991 – Independencia y primeros años.
Tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Ucrania se convirtió en un estado independiente. En ese momento, una parte significativa de la población, especialmente en el este y sur del país (como Crimea, Donbás, Odesa y Járkov), era rusohablante, ya fuera por origen étnico ruso o por la influencia histórica del ruso como lengua dominante en la URSS. Según el censo de 2001, alrededor del 29.6% de la población consideraba el ruso como su lengua materna, aunque el porcentaje de rusohablantes en la vida cotidiana era mayor debido al bilingüismo.
En los primeros años de independencia, el gobierno ucraniano buscó fortalecer la identidad nacional promoviendo el idioma ucraniano como lengua estatal oficial, según lo establecido en la Constitución de 1996 (artículo 10). Sin embargo, no hubo una política sistemática de represión contra los rusohablantes. El ruso siguió siendo ampliamente utilizado en la vida pública, especialmente en regiones del este y sur, y en ciudades grandes como Kiev, donde el bilingüismo era común. No se prohibió su uso, pero sí se fomentó el ucraniano en la educación, administración y medios de comunicación, lo que generó cierta incomodidad entre algunos rusohablantes que percibían una reducción de su influencia cultural.
Década de 2000 – Tensiones políticas y linguisticas.
Durante este período, el trato hacia los rusohablantes estuvo marcado por las divisiones políticas internas. En el oeste de Ucrania, de mayoría ucranianohablante, había un fuerte impulso hacia la integración con Europa y una identidad nacional centrada en el idioma ucraniano. En contraste, el este y sur, con una población mayoritariamente rusohablante, favorecían lazos más estrechos con Rusia. Estas diferencias se reflejaron en las elecciones, donde candidatos como Leonid Kuchma (1994-2005) y más tarde Viktor Yanukóvich (2010-2014) ganaron apoyo prometiendo proteger los derechos de los rusohablantes, incluyendo el estatus del idioma ruso.
A pesar de esto, no hubo una persecución generalizada contra los rusohablantes. El ruso siguió usándose en escuelas, medios y negocios, especialmente en regiones orientales. Sin embargo, algunos rusohablantes comenzaron a sentir presión por la «ucranización» progresiva, como la reducción de escuelas con enseñanza en ruso, que pasó de un 54% en 1991 a un 24% en 2005. Esta tendencia no fue vista como una prohibición directa, sino como un intento de equilibrar el dominio histórico del ruso con el fortalecimiento del ucraniano.
2014 – Euromaidán y cambio de rumbo.
El punto de inflexión llegó con la Revolución del Euromaidán en 2014, que derrocó a Yanukóvich, un presidente pro-ruso. Inmediatamente después, el Parlamento ucraniano intentó revocar la Ley de Lenguas de 2012 (Ley Kolesnichenko-Kivalov), que permitía el uso oficial del ruso en regiones donde fuera hablado por al menos el 10% de la población. Aunque esta medida fue vetada por el presidente interino, Oleksandr Turchínov, generó alarma entre los rusohablantes y fue explotada por la propaganda rusa para justificar la anexión de Crimea y el apoyo a los separatistas en el Donbás, alegando «discriminación» contra los rusohablantes.
Desde 2014, el conflicto con Rusia intensificó las políticas de «desrusificación». El gobierno ucraniano adoptó medidas para reducir la influencia cultural rusa, como la prohibición de ciertos medios y artistas rusos, y un mayor énfasis en el uso del ucraniano en la esfera pública. Sin embargo, no hay evidencia de una prohibición total del ruso ni de persecución sistemática de rusohablantes como grupo. En la vida cotidiana, el ruso siguió siendo hablado libremente, especialmente en el este y sur, aunque su estatus oficial disminuyó.
Post-2014 y leyes lingüísticas.
En 2017, una nueva Ley de Educación estableció que la enseñanza secundaria debía impartirse exclusivamente en ucraniano, lo que afectó a las escuelas en ruso y provocó críticas de Rusia y algunos rusohablantes en Ucrania. En 2019, la Ley sobre el Funcionamiento del Idioma Ucraniano como Lengua Estatal reforzó el uso obligatorio del ucraniano en la administración, medios y servicios públicos, relegando al ruso a un estatus de «lengua minoritaria» sin excepciones especiales (a diferencia de lenguas de la UE). Estas leyes fueron vistas por algunos rusohablantes como restrictivas, aunque no prohibían el uso privado del ruso.
Desde la invasión rusa a gran escala en 2022, el trato hacia los rusohablantes se ha complicado aún más. El ruso, asociado con el agresor, ha perdido popularidad incluso entre quienes lo hablaban habitualmente. Muchas personas han optado voluntariamente por pasarse al ucraniano como símbolo de resistencia, y el gobierno ha intensificado restricciones contra la cultura rusa (por ejemplo, prohibiendo libros y música de ciudadanos rusos post-1991). Sin embargo, no existe una política oficial de persecución personal contra los rusohablantes; las medidas se dirigen más a la influencia estatal rusa que a los ciudadanos ucranianos que hablan ruso.
Conclusión
Desde 1991, los rusohablantes en Ucrania no han enfrentado una persecución sistemática ni una prohibición total de su idioma, pero sí han experimentado una reducción gradual de su estatus oficial y cultural, especialmente desde 2014. Las políticas lingüísticas han buscado fortalecer el ucraniano como base de la identidad nacional, lo que ha generado tensiones con algunos rusohablantes, alimentadas en parte por la propaganda rusa. A pesar de esto, el bilingüismo sigue siendo una realidad en Ucrania, y el ruso continúa usándose ampliamente en la vida privada y en ciertas regiones, aunque con menos presencia en la esfera pública.
¿Cuántos rusohablantes había en el Donbás y Crimea en 2014?
Determinar el número exacto de ruso hablantes en el Donbás y Crimea en 2014 requiere basarse en datos disponibles de censos, encuestas y estudios de la época, ya que no existe una cifra precisa y oficial específicamente para ese año que detalle únicamente a los habitantes de esas regiones. Sin embargo, puedo ofrecerte una estimación fundamentada en la información más confiable anterior a 2014, principalmente el censo ucraniano de 2001, complementada con estudios posteriores y el contexto sociolingüístico.
Crimea.
En Crimea, según el censo de 2001, el 77% de la población declaraba el ruso como su lengua materna. Esto equivale a aproximadamente 1.85 millones de personas de una población total de 2.4 millones en la península en ese momento (incluyendo Sebastopol). Aunque la población pudo haber variado ligeramente para 2014, estimaciones basadas en encuestas y datos demográficos sugieren que el porcentaje de ruso hablantes se mantuvo elevado, probablemente cerca del 80% o más, debido a la fuerte presencia histórica y cultural del ruso en la región. Por ejemplo, una encuesta de 2012 por el grupo RATING indicó que el 76% de los habitantes de la República Autónoma de Crimea preferían comunicarse en ruso en la vida cotidiana. Considerando una población aproximada de 2.3-2.4 millones en 2014 (antes de la anexión), esto sugiere que había entre 1.75 y 1.9 millones de ruso hablantes en Crimea.
Donbás (Donetsk y Lugansk).
El Donbás, que comprende las provincias (óblasts) de Donetsk y Lugansk, también tenía una alta proporción de rusohablantes, aunque menor que en Crimea. Según el censo de 2001:
En el óblast de Donetsk, el 74.9% de la población (unos 3.6 millones de un total de 4.8 millones) declaraba el ruso como lengua materna.
En el óblast de Lugansk, el 68.8% (aproximadamente 1.65 millones de un total de 2.4 millones) lo hacía.
Para 2014, la población total del Donbás había disminuido debido a la emigración y el envejecimiento, estimándose en unos 6.5 millones (4.3 millones en Donetsk y 2.2 millones en Lugansk). Estudios sociológicos, como los del Instituto de Sociología de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania (2006) y encuestas de la Fundación «Opinión Pública» (2002), indican que el uso del ruso en la vida cotidiana en el Donbás superaba incluso las cifras del censo, alcanzando hasta el 80-90% en áreas urbanas como Donetsk y Lugansk. Sin embargo, ajustándonos a las cifras del censo y considerando la disminución poblacional, una estimación conservadora para 2014 sería:
Donetsk: Alrededor de 3.2 millones de rusoh68-70% de 2.2 millones).
Total en Donbás: Aproximadamente 4.7 millones de rusohablantes.
Total combinado (Crimea + Donbás)
Sumando ambas regiones, en 2014 había aproximadamente entre 6.45 y 6.6 millones de rusohablantes en Crimea y el Donbás juntos:
Crimea: 1.75-1.9 millones.
Donbás: 4.7 millones.
Consideraciones.
Estas cifras se basan en el concepto de «lengua materna» del censo de 2001 y en estimaciones ajustadas por tendencias demográficas y lingüísticas hasta 2014. El uso real del ruso en la vida diaria probablemente era mayor debido al bilingüismo y la preferencia por el ruso en contextos urbanos e informales.
En 2014, justo antes de la anexión de Crimea y el inicio del conflicto en el Donbás, no hubo un censo actualizado, por lo que estas cifras son proyecciones basadas en los datos disponibles más cercanos.
Los eventos de 2014 (anexión de Crimea y guerra en el Donbás) provocaron desplazamientos masivos, lo que pudo alterar estas cifras posteriormente, pero no antes del inicio del conflicto.
En resumen, en 2014, se estima que había entre 6.45 y 6.6 millones de ruso hablantes en Crimea y el Donbás combinados, con Crimea aportando cerca de 1.8 millones y el Donbás alrededor de 4.7 millones. Estas cifras reflejan la fuerte presencia del ruso en estas regiones antes de los cambios territoriales y demográficos desencadenados por el conflicto.
Espero que esta descripción histórica, producto de la IA GROK 3, les sea útil de contexto para entender el conflicto actual. Em opinión a la vista de la situación actual y la historia una paz que entregue Crimea y el Donbás a Rusia, acompañada de la entrada de la nueva Ucrania en la UE, y con tropas de interposición en la frontera no sería una opción nada descabellada. La otra opción es la guerra