En una entrevista sin filtros, Tomás Guasch lanza una de las críticas más contundentes contra la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), asegurando que ha dejado de ser un organismo regulador para convertirse en una entidad dominada por intereses personales y redes de poder cerradas.
“Esto no es una federación, es un partido político donde priman los intereses de unos pocos”
“Esto no es una federación, es un partido político donde priman los intereses de unos pocos”. Con esta contundencia lo afirma el periodista, señalando la «corrupción y el nepotismo» que detecta dentro del ente rector del fútbol español a la vez que describe la estructura interna de la RFEF como una suerte de coto de caza privado.
Un sistema cerrado
Guasch explica en detalle cómo la Federación está dominada por un sistema endogámico en el que los mismos dirigentes se perpetúan en el poder, impidiendo la entrada de candidatos ajenos al círculo de influencias. Según el periodista, el modelo de gestión de la Federación es nepotista y clientelista, con una serie de dirigentes que se suceden entre sí para mantener un sistema donde las reglas del juego están diseñadas para favorecer a quienes ya están dentro. Aprovecha además para cargar contra la falta de transparencia y el control interno que permite que las decisiones arbitrales y organizativas «favorezcan siempre a los mismos».
Se atreve a su vez con la relación entre la RFEF y la política nacional, señalando que los cambios en la presidencia de la federación no han traído mejoras reales, sino que han mantenido un sistema de poder influenciado por intereses políticos y económicos.
Su declaración pone sobre la mesa una de las grandes polémicas del fútbol español: ¿Es posible reformar la RFEF o es un sistema demasiado viciado para cambiar?
Mira la entrevista completa en el siguiente enlace.