Las recientes declaraciones de Fernando Simón en el programa Lo de Évole han desatado una intensa polémica en redes sociales y en el ámbito político. Durante la entrevista con el conocido periodista, el epidemiólogo reflexionó sobre la gestión de la pandemia de COVID-19 y lanzó afirmaciones que han levantado ampollas, especialmente en lo referente a la toma de decisiones en la Comunidad de Madrid y la presión mediática que sufrió como portavoz del Ministerio de Sanidad.
Un testimonio sobrecogedor
Uno de los momentos más controvertidos fue cuando Simón aseguró que “se dijeron mentiras flagrantes” durante la crisis sanitaria y que “la política se ensució de barro”, dejando entrever que hubo intereses ajenos a la gestión sanitaria y de carácter puramente político y partidista en la toma de decisiones. Esta aseveración por parte de uno de los rostros más reconocibles de la crisis sanitaria ha encendido los ánimos en redes. Los ciudadanos, ya descontentos con partes fundamentales d de la gestión de l pandemia por parte del Gobierno, han visto en sus palabras una confirmación explícita de lo que los más críticos venían diciendo en los últimos años.
🔴 Fernando Simón reconociendo cinco años después las mentiras y manipulaciones a las que fuimos sometidos, con su beneplácito y complicidad, en un intento de lavar y blanquear su imagen
— Doctor Tricornio (@Doct_Tricornio) February 16, 2025
Retuitea si crees que también debe acabar en la cárcel
pic.twitter.com/RfYelBH1EH
Tanto centrarse en las residencias de Madrid, porque gobierna Ayuso, cuando en otras regiones murió mucha más gente por el COVID.
— Capitán Gral de los Tercios/Virrey de las Américas (@capTercio) February 17, 2025
Todas las denuncias han sido archivadas.
La gestión de Fernando Simón y Pablo Iglesias fue criminal y ambos merecen estar en la cárcel.#LoDeSimón pic.twitter.com/CZLNs4PDi1
La contundencia de los mensajes habla por sí sola. Las afirmaciones de Simón han sentado como un jarro de agua fría, despertando cólera e indignación a partes iguales. La admisión de criterios partidistas, falsedades a lo largo de la gestión sobre cómo y porque se tomaron determinadas decisiones y la inexistencia del infame “Comité de expertos” llevan a una furibunda mayoría de usuarios a denunciar su actuación y la del Gobierno, al tiempo que exigen la fiscalización de sus miembros y las explicaciones pertinentes por parte de las autoridades.
La gestión de la pandemia en nuestro país es uno de los temas más delicados de la política de esta década. El enorme coste humano y la incapacidad de la población para sacar sentido a las medidas del Gobierno durante ese intenso periodo lo convierten en una cuestión de suma controversia. Estas revelaciones no hacen sino empeorar la percepción ciudadana del ya de por si impopular gobierno, que enfrenta ahora una nueva crisis de legitimidad.