Vulven las tensiones entre Junts y los socialistas. Tras un breve período de aparante calma, las relaciones entre partidos vuelven a endurecerse tras la exigencia de los independentistas de transferir a la Generalitat las competencias en materia de inmigración y control fronterizo. Junts demanda seguir el «modelo de Baviera», donde la policia regional alemana -cuyo homólogo catalán en este supuesto serían los Mossos d’Esquadra- tiene atribuciones legales en la gesión de sus fronteras. Los de Puigdemont defienden este punto como clave para la autonomia de la región, pero los socialistas no parecen tenerlo tan claro.
🔴 El PSOE y Junts tratan de encajar a los Mossos en el control de fronteras y gestión de expulsiones
— El Periódico (@elperiodico) February 8, 2025
Los socialistas miran a Baviera, donde la policía del estado alemán cuenta desde 2018 con funciones fronterizashttps://t.co/21e44JQ4vO
Respuesta del Gobierno
La propuesta de los posconvergentes incluye un punto muy delicado; el control fronterizo. Fernando Grande-Marlaska, Ministro del Interior, ha rechazado frontalemnte la propuesta en consecuencia, señalando que la vigilancia de las fronteras es una competencia exclusiva del Estado. El Gobierno argumenta que ceder esta facultad a una comunidad autónoma «pondría en riesgo la unidad de la política migratoria» y de seguridad nacional.
Mientras tanto, Junts mantiene la presión en las negociaciones y plantea la medida como un requisito inaludible en su relación con el PSOE. El partido de Puigdemont insiste en que la Generalitat debe tener capacidad de gestión sobre la llegada de inmigrantes y la seguridad en la región. A su vez, argumentan que otras comunidades ya gestionan competencias en distintos ámbitos y que Cataluña debe poder decidir sobre un tema que afecta directamente a su territorio. La formación independentista ha dejado claro que su apoyo parlamentario dependerá de avances concretos en esta y otras demandas, y sus acciones pasadas avalan su disposición a actuar si se sienten desestimados.
El debate se suma a otras reivindicaciones de Junts en el marco de su apoyo parlamentario al Gobierno, lo que deja abierta la incógnita sobre hasta dónde llegarán las concesiones del PSOE en busca de estabilidad política. La presión sobre el Ejecutivo de Pedro Sánchez se intensifica, mientras el bloque independentista sigue aprovechando su peso en el Congreso para condicionar las decisiones clave del Gobierno.
Por su parte, la publicación de la noticia no ha sentado bien en el ámbito digital. Si bien la mayoría de los usuarios comparten la tesis expresada por el Gobierno, defendiendo la importancia de no ceder una competencia de seguridad nacional, la ciudadanía muestra escepticismo sobre la firmeza del PSOE. Hasta ahora, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha cedido reiteradamente ante las exigencias de su controvertido socio de Gobierno, lo que genera dudas sobre si realmente mantendrán su negativa o si, una vez más, acabarán haciendo concesiones para preservar la estabilidad parlamentaria.