El Memorial Democràtic instalará este año una nueva remesa de 127 adoquines del recuerdo en 28 municipios de Cataluña. Cada adoquín, conocidos como stolpersteine, es «un homenaje único a una persona deportada a los campos de concentración nazis«, ha explicado el departamento de Justicia y Calidad Democrática en un comunicado. Estos adoquines forman parte del proyecto Stolpersteine, con el que se pretende «garantizar un reconocimiento personalizado y digno a aquellos que sufrieron la barbarie», según ha explicado el director del Memorial Democràtic, Jordi Font.
El proyecto Stolpersteine fue creado por el artista alemán Gunter Demnig (Berlín, 1947) y comenzó en Berlín, en mayo de 1996. Aquellos primeros adoquines estaban dedicados a «personas judías víctimas del nazismo y residentes en el barrio de Kreuzberg». Desde entonces, se han instalado más de 82.000 stolpersteine en todo el mundo. Estos adoquines se fabrican artesanalmente en Alemania y simbolizan «un gesto de respeto y humanidad que contrasta con el exterminio industrializado del nazismo«. Al estar colocados en el suelo, «siempre que alguien quiera leer la inscripción del stolpersteine tendrá que inclinarse y, por lo tanto, hacer una reverencia al nombre de la persona deportada».
678 stolpersteine a final de año
En Cataluña, la colocación de estos adoquines del recuerdo se llevará a cabo entre febrero y diciembre. El primero se colocará este sábado en Hospitalet de Llobregat, donde el Memorial Democràtic instalará 10. A finales de año, Cataluña contará con un total de 678 stolpersteine distribuidos en 101 municipios. Entre otros, rendirán homenaje a las víctimas del nazismo Lleida, Tarragona, Terrassa, Olesa de Montserrat, Borredà, Guixers, Sant Feliu de Guixols, Sant Llorenç de Morunys y Vidreres.
Ramon Sala Besa
El proyecto Stolpersteine constituye una de las iniciativas más distintivas que ejecuta el Memorial Democràtic. Este ente ha logrado «situar a Cataluña como un territorio pionero en la instalación de los adoquines». En 2015, el municipio de Navàs (Bages) «se convirtió en el primero de toda España en instalar cinco adoquines, uno de los cuales recuerda a Ramon Sala Besa, alcalde durante la Guerra Civil por ERC, deportado a Mauthausen y asesinado en Gusen en 1942″.
Estas piedras de la memoria se emplazan ante la residencia en la que nació la persona homenajeada o en el último lugar en el que vivió en libertad en Cataluña. Si se desconocen estas ubicaciones, se sitúan en un punto céntrico del municipio. El emplazamiento es fundamental dado que, tal y como ha recordado Jordi Font, «la presencia del stolpersteine en espacios públicos crea un vínculo emocional y reflexivo entre el pasado y el presente».